La viruela del mono corre como reguero de pólvora: en cuestión de días alcanzó 16 países. Sin embargo, el virus que provoca la enfermedad (MPXV) se conoce desde hace décadas y nunca dio señales de provocar un brote a nivel mundial. ¿Por qué nos ataca justo ahora? Existen varias hipótesis y una es particularmente escalofriante.
Hasta ahora, 16 países confirmaron la presencia de viruela del mono en sus territorios. Entre Alemania, España, Australia, Reino Unido, Canadá, Países Bajos, Portugal, Bélgica, Italia, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Suiza, Suecia, Austria e Israel suman 112 infectados. Y la sospecha sobre un centenar de casos se extiende a Grecia y Argentina.
Y todo esto en cuestión de días, con un brote que se esparce por el mundo a una velocidad nunca antes vista. La OMS ya convocó a una reunión de emergencia y advirtió que la transmisibilidad de la enfermedad puede acelerarse en las próximas semanas, especialmente en Europa.
Virus MPXV: el causante de la viruela del mono.
El virus MPXV se descubrió por primera vez en monos en la década de 1950. Y dos décadas después empezó a infectar humanos en África. Hasta donde se sabe, el virus que provoca la viruela del mono se transmite por contacto físico en la piel del enfermo, fluidos corporales u objetos que tocó. Aunque la mayoría de los casos informan sintomatología leve, en los casos más graves la enfermedad es terrible.
Para la OMS sigue vigente la tesis de la transmisión sexual. Sin embargo, por esa vía de contagio es prácticamente imposible que la enfermedad llegara a 18 países de cuatro continentes simultáneamente. En 2013, un estudio conducido por investigadores estadounidenses constató que el MPXV se conserva en el aire casi cuatro días.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela del mono?
Entonces, algunos científicos especulan que la viruela del mono se transmite por aire. Tal y como lo hacía la mortal viruela común, erradicada en la década de 1980. La incubación de la enfermedad oscila entre los 5 y 21 días, lapso donde el paciente no presenta sintomatología evidente. Le sigue una intensa fiebre, fatiga, dolor de cabeza y cuerpo. También la inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente los del cuello.
Días después aparecen las características heridas, sobre todo en manos, rostro, boca y zona genital. La viruela del mono no solo tiene la capacidad para alterar la apariencia del enfermo, si el virus alcanza los ojos puede causar ceguera. Hasta donde se sabe, las variantes del MPXV tienen una mortalidad considerable.
Tasas de mortalidad y vacunas disponibles.
Por ejemplo, la del Congo mata a uno de cada diez infectados. Mientras tanto, la de África Occidental presenta una letalidad del 1%. Afortunadamente, el brote que atraviesa el mundo está provocado por la segunda sepa, la menos letal. Además, hay evidencia de que la vacuna contra la viruela común puede prevenir la viruela del mono.
El único inconveniente es que esta vacuna puede causar efectos secundarios indeseables, además que no está inmediatamente disponible. Desde la década de 1980, prácticamente se retiró de los programas de vacunación alrededor del mundo. Pero, la medicina ya dispone de una vacuna específica contra la viruela del mono. Es fabricada por la empresa Bavarian Nordic y se conoce como Jynneos, ya aprobada en Estados Unidos y Europa hace un par de años.
Dada la novedad del producto, hablamos de una vacuna escasa. Y tampoco ayuda mucho que el gobierno estadounidense encargara 13 millones de dosis al laboratorio danés. El tratamiento de la enfermedad se realiza con dos antivirales, el brincidofovir y tecovirimat. Pero, como también son fármacos recientes (aprobados por la FDA en 2021 y 2018, respectivamente), están escasos.
Hasta ahora es imposible determinar si la viruela del mono desatará una nueva pandemia. Sin embargo, si a su alta transmisibilidad se le suma el contagio por aire, el riesgo está latente. Y es muy probable que, como sucedió con la covid-19, nos lleve algún tiempo producir, distribuir y aplicar vacunas y medicamentos a nivel global.
El extraño ascenso de la viruela del mono.
Pero, existen algunos puntos que no resultan lógicos en el rápido ascenso de esta enfermedad. Al tomarlos en consideración llegamos a un escenario distinto, donde el MPXV no es tan contagioso. Aunque amenazas similares, incluso peores, puedan surgir al paso del tiempo.
¿Por qué la viruela del mono se “transmite” tan rápido?
El primero es la altísima transmisibilidad de la viruela del mono. ¿Por qué llegó a tantos países en tan poco tiempo? La enfermedad es endémica de África y jamás tuvo potencial para desencadenar un brote a nivel mundial. Por ejemplo, en 2003 Estados Unidos reportó 35 contagios en diversos estados.
La mayoría de estas personas tuvo contacto con perritos de las praderas, unos primos de las marmotas muy comunes en ese país. La hipótesis más aceptada es que estos animales, que también se comercializan como mascotas, contrajeron el virus de animales importados de Ghana.
En aquella época, las personas infectadas recibieron la vacuna de la viruela común. Esta vacuna es eficaz tras la contaminación, si se aplica como máximo cuatro días después de la exposición al virus. Se les ordenó una estricta cuarentena y el brote se desvaneció. Lo más importante: no hubo transmisión entre humanos.
Actualmente, la viruela del mono difícilmente se hubiera diseminado en tantos países sin una transmisión directa entre humanos. Es muy probable que eso ya esté sucediendo, y es una lúgubre noticia. Pero, incluso si consideramos la transmisión entre humanos la propagación de la enfermedad resulta atípica.
Por ejemplo, se supo que el primer caso en el Reino Unido estuvo de viaje por Nigeria. Pero, en varios de los países afectados no han logrado trazar un vínculo geográfico como causa de las infecciones locales. Y otra cosa extraña es que los 16 países informaron de los casos prácticamente al mismo tiempo, con apenas 48 horas de diferencia.
Sí, es algo muy raro. Cuando seguimos la progresión de la covid-19, al virus le tomó semanas e incluso meses para aparecer en todos los continentes. El Sars-CoV-2 no surgió el domingo en China y el martes en Reino Unido. La viruela del mono se comportó exactamente así.
La nula mutación del MPXV desde el 2018.
En Bélgica y Portugal secuenciaron por primera vez al virus que causa el brote actual. Desafortunadamente, el análisis en Portugal resultó con lagunas y resultó inviable la lectura integra del código genético del virus. Pero, los belgas sí lo consiguieron y resulta que es idéntico al de una cepa secuenciada por investigadores del Reino Unido en 2018. La secuenciación de los Estados Unidos presenta algunas diferencias genéticas, aunque esto puede deberse a errores relacionados con la lectura.
Las mutaciones en los virus surgen a medida que se diseminan por la naturaleza, entre animales y humanos. Entonces, resulta sumamente extraño que el virus que provoca la viruela del mono no haya sufrido alguna. Esto podría ser un indicio de que el virus estaba bajo resguardo en algún laboratorio y terminó escapando. Pues no es usual que reaparezca en humanos con un código genético antiguo, sin mutaciones.
Sin embargo, también es cierto que el MPXV tiene una forma natural de mantener la estabilidad del código genético. A diferencia del Sars-CoV-2, que es un virus de ARN (susceptible a errores de copias que producen mutaciones), el que provoca la viruela del mono está hecho de ADN. Por ende, produce una replicación más precisa y, en teoría, con menos mutaciones.
Es posible que este virus se propagara de forma endémica en África desde 2018 sin sufrir mutaciones. Pero, ¿por qué el brote empezó hasta ahora y no en 2018?
El posible vínculo entre la covid-19 y la viruela del mono.
Durante la pandemia, los investigadores se sorprendieron al encontrar que el Sars-CoV-2 puede atacar al sistema inmunitario. Cuando aparece la covid-19, es común que los pacientes presenten una caída en el conteo de linfocitos. Esta reducción es directamente proporcional a la gravedad de la enfermedad: entre peor es la covid-19, más linfocitos se pierden. Pero, el mismo fenómeno se observa en casos leves.
Por si fuera poco, también se encontró que el nuevo coronavirus es capaz de infectar directamente linfocitos T4. También conocidos como linfocitos CD4, poseen dos funciones esenciales: erradicar células infectadas por virus y coordinar la respuesta inmunológica. Los niveles de linfocitos vuelven a la normalidad cuando la persona supera la enfermedad.
Pero, una pequeña parte de la comunidad científica externó su preocupación por la acción tan directa del Sars-CoV-2 sobre el sistema inmunitario. Temen que el coronavirus comprometa al sistema inmunitario a largo plazo. Debes saber que los linfocitos T4 también son el principal objetivo del VIH, el virus que causa el SIDA.
La activación de los virus latentes.
Al restringir el funcionamiento de los linfocitos CD4, aunque sea temporalmente, la covid-19 dejaría al organismo vulnerable frente a otras infecciones o la reactivación de virus latentes en el propio organismo. Durante la pandemia se observaron reactivaciones de los virus que produce el herpes, varicela y mononucleosis. Las personas portaban dichos virus, pero eran asintomáticas. Y solo aparecieron tras enfermar de covid-19.
Esta hipótesis explicaría porque el virus que provoca la viruela del mono, incluso sin mutaciones, empezó a “transmitirse” con tanta facilidad. La inmunosupresión derivada de la covid-19 habría facilitado los contagios. Quizás, los individuos que presentaron la enfermedad ya tenían al MPXV en el organismo. Pero, tras la baja inmunológica que siguió a la covid-19 el virus tuvo oportunidad para multiplicarse y generar síntomas.
Esta hipótesis también explica la nula progresión epidémica. Y el motivo de que la viruela del mono apareciera casi al mismo tiempo en lugares tan geográficamente distantes. Hasta la fecha se desconocen los efectos inmunológicos a largo plazo derivados de una infección por covid-19. De existir, el panorama luce sombrío para la humanidad. Recordemos que las vacunas protegen contra la covid-19, pero no inhiben la transmisión del virus. Entonces, tarde o temprano, el total de la población mundial sufrirá la exposición al virus.
Si de alguna forma esto produce una disfunción en el sistema inmune, toda una variedad de enfermedades infecciosas reaparecería con el paso del tiempo. Incluidas aquellas causadas por virus como el MPXV, que tienen más de medio siglo acechando a los humanos.
Nota Cortesia de Don Beto chaquetas
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