Civilizaciones extraterrestres avanzadas podrían usar planetas errantes como naves espaciales para colonizar galaxias. Parece un argumento sacado de la ciencia ficción; sin embargo, es la conclusión de un artículo de investigación publicado en Journal of Astrobiology. En la publicación también sugieren que la mejor forma de encontrar inteligencia extraterrestre es buscando civilizaciones migratorias avanzadas.
En el último siglo, la humanidad logró avances importantísimos en la exploración de nuestro vecindario cósmico. Y llevamos siglos apuntando nuestros telescopios al cielo. Pese a esto, en lo que respecta a la exploración del Universo estamos en pañales. Con cada nuevo estudio y misión en el espacio, nuestro acervo sobre el mundo que nos rodea crece. El progreso tecnológico avanza vertiginosamente. Y gracias a eso construimos naves espaciales más eficientes y telescopios más sofisticados.
La expectativa general es que el telescopio espacial James Webb impulse nuestra búsqueda para descubrir si estamos solos en el Universo. Pero, es posible que el dispositivo se quede corto. Dada la inmensidad de nuestro Universo, lo más lógico sería enfocarnos en detectar civilizaciones extraterrestres explorando mundos potencialmente habitables alrededor de estrellas como nuestro Sol.
Planetas errantes, civilizaciones extraterrestres y colonización planetaria.
Pero, existiría otra forma de incrementar las posibilidades de localizar vida extraterrestre inteligente. Solo que no tendríamos que buscar planetas, sino extraterrestres que abandonaron sus mundos de origen. La investigadora Irina K. Romanovskaya aborda este peculiar enfoque en el estudio antes mencionado. Proponiendo que cuando existe una amenaza a su existencia, las civilizaciones extraterrestres pueden abandonar sus sistemas planetarios de origen.
Y viajar sobre planetas errantes sería una forma de hacerlo. Un objeto con estas características resultaría ideal para viajes a través del espacio. No solo albergaría una gran población, también proporcionaría protección contra la radiación y alimentos. Puedes imaginar a estos planetas interestelares como naves espaciales gigantescas explorando el espacio.
Planetas errantes empleados como naves espaciales.
Una civilización extraterrestre lo suficientemente avanzada emplearía estos planetas nómadas para estudiar estrellas y exoplanetas. Además, con una tecnología de este calibre establecerían colonias en diversos sistemas planetarios. Preservando y expandiendo su civilización incluso antes de que surjan amenazas a la existencia en el mundo de origen.
Romanovaska postuló toda una serie de argumentos sobre la forma en que estas civilizaciones extraterrestres usarían la tecnología. Bien podrían valerse de objetos similares a planetas expulsados de sistemas estelares moribundos. O incluso hacer el viaje sobre planetas errantes que pasan por sus sistemas planetarios de origen.
Por ejemplo, una civilización extraterrestre tomaría objetos cósmicos como el planeta enano Sedna para transformarlo en una nave Interestelar. La movilidad del cuerpo dependería tanto de sistemas de propulsión como de eventos gravitacionales de asistencia.
¿Qué es un planeta interestelar?
Se conoce como planeta interestelar (errante, nómada o vagabundo) a todo aquel objeto con una masa equivalente a la de un planeta. Con la particularidad de que no está vinculado gravitacionalmente a ninguna estrella. Son objetos que atraviesan el espacio de forma independiente.
Anteriormente se les conocía como «planetas rebeldes» bajo la suposición de que se separaron de su sistema estelar originario. Sin embargo, el término es impreciso y por eso se les llama planeta interestelares o errantes.
Colonizando un sistema planetario.
Seguramente te estás preguntando cómo se las arreglarían para sobrevivir en un planeta errante sin la luz de una estrella. Romanovskaya considera que la civilización extraterrestre aprovecharía la fisión nuclear controlada para obtener energía. Además, se refugiarían bajo tierra o agua para protegerse de la radiación cósmica. También aprenderían a colonizar océanos en los sistemas planetarios que visiten.
Al aproximarse a un sistema planetario de interés, esta hipotética civilización extraterrestre se reposicionaría desde su planeta interestelar convertido en nave. Brincarían a objetos de menor tamaño (como los presentes en la nube de Oort) y a partir de ahí lanzarían misiones de colonización a los planetas seleccionados del sistema.
De hecho, los investigadores también consideran la posibilidad de que los sistemas planetarios se apropien gravitacionalmente del planeta errante. Algo así facilitaría mucho la colonización a una civilización extraterrestre.
¿Cómo detectar extraterrestres inteligentes a partir de planetas errantes?
Romanovskaya sugiere que la detección de estos planetas partiría de la búsqueda de ciertas firmas tecnológicas y biológicas. Por ejemplo, emisiones electromagnéticas generadas por tecnología extraterrestre alrededor. O indicios de terraformacion que podrían indicar una colonización.
El 15 de agosto de 1977, los científicos detectaron la famosa señal «Wow!«. La inusual señal provino de la constelación Sagitario. Y a casi cinco décadas del evento siguen planteándose la hipótesis de porque detectaron la señal una sola vez. De hecho, este mismo año se publicó un artículo donde concluyeron que la señal Wow! provino de un sistema estelar que alberga un mundo potencialmente habitable.
Romanovskaya dice que, si los extraterrestres enviaran una señal como esta desde un planeta errante no detectado, tan pronto como el objeto se alejara de la línea de observación sería imposible volver a detectar esa señal desde su anterior posición en el espacio. Entonces, en la búsqueda de señales astronómicas inusuales o artificiales, los astrónomos deben enfocarse en planetas interestelares.
Sonda de exploración.
La científica también propone algunas formas de buscar rastros extraterrestres tanto en nuestro Sistema Solar como fuera de él. También aclara que es mínima la probabilidad de que un planeta interestelar con especies extraterrestres inteligentes pasara por nuestro vecindario estelar en los últimos miles de millones de años.
Toma como ejemplo el caso de Oumuamua. Como recordarás, este es el primer objeto interestelar que los humanos observaron viajando al Sistema Solar. La verdad es que se sabe muy poco al respecto. Pero, existe evidencia de algunas características anómalas que reveló a su pasó por nuestro vecindario cósmico. Científicos como Avi Loeb consideran que pudo ser una nave espacial perteneciente a una civilización avanzada. O tal vez una reliquia extraterrestre.
Los extraterrestres que viajan en planetas errantes, se valdrían de sondas como Oumuamua para echar un vistazo a sistemas estelares cercanos.
Conclusiones.
En este preciso instante, en algún lugar del espacio, a miles de años luz de la tierra o incluso mucho más cerca, seres biológicos inteligentes (o quizá especies derivadas de una inteligencia artificial) podrían estar explorando la inmensidad del espacio a bordo de planetas errantes empleados como naves espaciales.
Quizás buscando un nuevo hogar o simplemente expandiendo las colonias de su civilización. Y si queremos encontrarlos, debemos tomar en cuenta propuestas como las de Romanovskaya.
Nota Cortesia de Monita Maussan
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