Vesna Vulović tenía 23 años cuando conquistó el récord mundial de supervivencia a la caída más alta sin paracaídas. El 26 de enero de 1972 trabajaba como sobrecargo en el vuelo 367 de la aerolínea JAT Yugoslav. Mientras sobrevolaba territorio checoslovaco a más de 10 mil metros de altura, la aeronave explotó repentinamente. Vulović cayó sin paracaídas desde esa altura y vivió para contarlo.
Cinco décadas después, el récord de esta mujer se mantiene inquebrantable. El vuelo 367 de JAT cubría la ruta entre Estocolmo (capital sueca) y Belgrado, la capital de Serbia. Era un avión Douglas DC-9 con 23 pasajeros y 5 tripulantes a bordo. La repentina explosión de la aeronave mató a 27 personas, siendo Vesna Vulović la única sobreviviente.
Vesna Vulović aborda el vuelo 367 de JAT.
El itinerario del vuelo 367 de JAT marcaba dos escalas entre el origen y destino. La primera se hizo en Copenhague, Dinamarca, donde Vesna y otros empleados de la aerolínea que conformaban la tripulación secundaria abordaron el avión. Trágicamente, jamás aterrizaron en la segunda escala en Zagreb, capital de Croacia.
Después se supo que Vesna Vulović ni siquiera debió abordar ese avión. El personal de la compañía aérea la confundió con otra azafata homónima y la convocaron para el servicio ese día. A 46 minutos del despegue en Copenhague, una explosión en el compartimiento de carga partió el avión en tres.
La violenta despresurización de la cabina terminó expulsando a los pasajeros y la tripulación. Si es que alguno sobrevivió a la violenta sacudida, todavía tuvo que soportar la congelante temperatura atmosférica. Sin embargo, la investigación del accidente concluyó que las 27 personas murieron antes de tocar el suelo.
Un milagro llamado Vesna Vulović.
De alguna forma, un carrito de comida atrapó a Vesna Vulović en la cola del fuselaje. Esa parte del avión terminó separada del resto y cayó sobre un bosque tupido próximo a la villa Srbská Kamenice, actual República Checa. El milagro resultó doble, pues cayó sobre una gruesa capa de nieve en un ángulo favorable.
Y ahí no acaba la cosa: los médicos que analizaron a Vesna concluyeron que su baja presión sanguínea le indujo un rápido desmayo durante la despresurización. Esto evitó que su corazón explotara con el impacto.
Heridas tras la caída.
Bruno Honke, un veterano de la Segunda Guerra Mundial residente de Srbská Kamenice, localizó a Vesna entre los escombros del avión. La mujer era víctima de un ataque de pánico y Honke le prestó los primeros auxilios hasta que llegaron los equipos de rescate. Sus heridas eran tan graves, que en el hospital la mantuvieron en coma durante varios días.
Lo más grave era el traumatismo craneoencefálico. Sin embargo, también resultó con fracturas en ambas piernas, la pelvis, costillas y tres vértebras. Vesna Vulović sufrió parálisis casi un año y quedó con cojera a causa de un esguince en la columna vertebral.
Celebridad nacional.
Cuando la prensa yugoslava divulgó su historia, sus compatriotas la promovieron como ícono de orgullo nacional. El propio Josip Broz Tito, presidente de Yugoslavia, la recibió con honores. “Vesna stjuardesa” (Vesna, la sobrecargo) es una canción inspirada en esta mujer, interpretada por Miroslav Ilić. Además, en 1985 durante una ceremonia en el Salón de la Fama de los Récord Guinness oficializaron su récord mundial. Paul McCartney, su ídolo de la infancia, le entregó una medalla y el certificado.
Tras recuperarse completamente del accidente, Vesna Vulović volvió a trabajar con JAT Airways en un puesto de oficina. A comienzos de la década de 1990, la despidieron tras involucrarse en las protestas contra el gobierno de Slobodan Milošević, el entonces presidente serbio. Eventualmente, Milošević sería juzgado en el tribunal de la Haya por crímenes de lesa humanidad.
En una entrevista para el New York Times, Vesna dijo: “soy como un gato, tengo siete vidas. Pero, si las fuerzas nacionalistas prevalecen en este país [Serbia], mi corazón terminará explotando”.
Las causas de la explosión en el vuelo 367 de JAT.
Tras la explosión del vuelo 367 de JAT, la Autoridad de Aviación Civil de Checoslovaquia realizó una investigación. Concluyeron que se trató de un atentado terrorista con una maleta bomba ubicada en el compartimiento de carga. Aquel 26 de enero, otra bomba detonó a bordo de un tren que viajaba entre Viena y Zagreb, dejando como saldo seis personas heridas.
Días después del atentado, el periódico sueco Kvällsposten publicó la llamada de un supuesto nacionalista croata que se adjudicó la explosión del vuelo 367 de JAT. Las autoridades yugoslavas acusaron de los atentados a miembros de Ustacha, un grupo terrorista nacionalista croata. Desafortunadamente, estos crímenes quedaron completamente impunes. Entre 1962 y 1982, los grupos nacionalistas croatas perpetraron 128 ataques contra los yugoslavos.
Rumores.
Obviamente, en torno a la explosión del vuelo 367 de JAT surgieron algunas teorías de conspiración. Una de las más famosas señala que el avión comercial fue derribado por misiles antiaéreos de Checoslovaquia a causa de una terrible equivocación. Y que la aeronave en realidad viajaba a una altitud de 800 metros, cosa que invalidaría el récord de Vesna Vulović.
Pero, los datos de vuelo obtenidos en la caja negra de la aeronave refutan este argumento. Los registros mostraron los datos exactos sobre la altitud, aceleración, dirección y velocidad que llevaba el Douglas DC-9 al momento de la explosión.
Vesna Vulović murió en diciembre de 2016. Tenía 66 años de edad.
Nota cortesia de Ricky Rukin Canallin
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