Shilah Yin forma parte de un selecto grupo de seres humanos, se estima que aproximadamente un centenar, que presenta una mutación genética conocida como Síndrome del Cabello Impeinable. Un padecimiento característico por una caballera sumamente reseca y con frizz, con pelos que crecen en todas direcciones, como un montón de hilos de lana.
Bajo esta condición el cabello crece también de forma más pausada comparado con uno normal, y los padres suelen notar los primeros indicios de la condición en sus hijos cuando todavía son niños. En casos menos comunes, el problema se hace presente durante la adolescencia. Cuando alcanzan la adultez, el cabello puede regresar a su textura normal o mejorar de forma notable.
“A Shilah le encanta su cabello tan único, pero esto es resultado de mucha atención positiva en el hogar”, asegura su madre Celeste Calvert-Yin, que vive en Melbourne. “Cuando era más pequeña, frecuentemente aseguraba que era como un unicornio, pues estos son muy especiales y únicos. Aquello me llenaba los ojos de lágrimas”.
Una condición genética.
Shilah nació con un cabello perfectamente normal, y la familia notó las primeras zonas de cabello con frizz cuando tenía 3 meses de edad. A partir de este momento, el cabello empezó a crecer de forma descontrolada y se hizo cada vez más claro. Alcanzó su tamaño actual cuando la niña tenía 2 años y desde entonces no ha vuelto a alterarse.
Pese a que se trata de una condición genética, ningún otro familiar de Shilah tiene cabellos impeinables. Taelan, su hermano de 9 años, tiene el cabello castaño y completamente lacio. La familia supo de este síndrome hasta el año pasado.
Shilah se dio cuenta que era diferente a los 4 años de edad, cuando era objeto de atención y admiración de los extraños en sitios públicos. Fue entonces que sus padres le empezaron a decir que era diferente e increíble. “Desde entonces empezó a disfrutar de la atención. Tiene una personalidad muy segura de sí misma”, cuenta su madre.
Incluso así, su madre confiesa que en ciertos momentos su hija se siente incómoda, sobre todo cuando los extraños le tocan el cabello y le toman fotos sin consentimiento.
Cuidados especiales y cabello extra suave.
Ahora que los padres están enterados del síndrome, intentan transmitir dicha información a los desconocidos que preguntan sobre el cabello de la niña. La mayoría cree que se trata de una broma cuando les dicen que es a causa del Síndrome del Cabello Impeinable, pero los padres los convencen diciéndoles que pueden buscarlo en Internet.
Para cuidar el cabello de la pequeña, papá y mamá tienen una verdadera rutina diaria que puede extenderse hasta por 20 minutos. La madre le pasa una solución especial para desenredar los mechones de la pequeña y deshace los nudos con un peine que tiene los dientes bien separados. “El momento favorito de su rutina capilar es cuando papá le seca el cabello. En conjunto logramos peinar y secar el cabello para que quede súper suave. A Shilah le encanta”, dice la mamá.
La familia ha documentado parcialmente la experiencia de Shilah en Instagram para mostrar al mundo lo especial que es su hija, y también para hacer de este síndrome algo más conocido.