Las animaciones han pasado a formar parte del imaginario popular desde hace varias décadas y, aunque la mayoría de las veces se les considere infantiles, si se enfocan de la forma correcta pueden revelar mundos perturbadores donde gobierna el terror, la psicodelia y las cosas extrañas. Peor aún, a través de garabatos coloridos se perfora la dura corteza de la conciencia humana para revelar un poco de la locura que se esconde allí.
1 – Midori-ko.
Independientemente de la técnica utilizada, una producción animada requiere una gran inversión de tiempo. Midori-ko, obra del renombrado animador japonés Keita Kurosaka, tomó 13 años en completarse hasta la fecha de su lanzamiento en 2010. Parte de este tiempo fue consumido por la complejidad del diseño artístico, con trazos característicos por un fondo negro de carbón que expresan la oscuridad tras esta producción.
La trama nos lleva a una realidad alterna pre apocalíptica, justo en el corazón de Tokio habitado por seres mutantes, donde vive la niña Midori. La pequeña intenta por todos los medios posibles mantener su ideología sobre el no consumo de carne, esto mientras sucede una escasez generalizada de alimentos en Japón. Cierto día, Midori se encuentra con un ser híbrido inteligente, mitad planta y mitad vegetal cuyo rostro se asemeja al de un ser humano, llamado “Midori-ko”. A partir de este punto, la trama se enfoca en las divagaciones de Midori sobre el mundo, su problemático vecindario, los científicos locos y una carnicería nunca antes vista.
Paulatinamente la película se desplaza hacia escenarios más suaves (todavía oscuros), esencialmente expresados por la protagonista y su ideología. Sin embargo, a medida que la historia va tomando fuerza,fragmentos de delirios y cosas extrañas son agregados a los monstruosos seres de la historia a través de trazos y movimientos inusuales, en las escenas de canibalismo explícito es posible apreciar plantas constituidas por tripas y órganos semejantes al de un animal, entre otras figuras que se asemejan a payasos, quimeras y figuras oscuras del imaginario popular.
Independientemente del contenido, Midori-ko resulta una película atemporal que marca un estilo pintoresco único. No es una película dirigida a los pequeños, incluso ni siquiera es digerida por una gran cantidad de adultos, pero es una producción que juega con el miedo y la fantasía de una imaginación desconocida. Hay que tener la mente muy abierta a la hora de verla.
2 – Belladonna of Sadness.
Es la primera obra de anime de esta compilación y también la más sexualizada y poco exitosa. De forma general, la animación es una reflexión sobre la opresión que ejercía la Iglesia a la sociedad en la época medieval. Sin embargo, la trama se inspiró en un libro escrito en 1862 por el francés Jules Michelet titulado “Historia del Satanismo y la Brujería”. Algunas de las escenas estáticas que se nos presentan en la animación parecen dibujos expresionistas hechos con un bolígrafo, la misma clase de expresionismo que denunció la esclavitud sobre el pensamiento y la cruda realidad que emanaba de esta práctica.
En primer lugar tenemos a una protagonista cuyo nombre es Jeanne, una hermosa mujer con una vida común y corriente que está casada con Jean, nuestro coprotagonista. La historia da un giro de 180 grados cuando les exigen un pago para poder continuar casados y felices: la pareja simplemente no puede pagar, la mujer queda bajo la protección de un barón, después de un demonio (nuestro segundo coprotagonista) y finalmente de la hechicería. Lo que sigue prácticamente es un resumen de la historia de Europa, pero en lugar de un pizarrón se nos presenta un espectáculo de imágenes psicodélicas.
Es la resistencia a los placeres mundanos. Esa batalla de la sociedad entre resistencia y sexualidad se ve condensada en el personaje de una dama, una mujer que no sólo es religiosa y arcaica, sino que también enfrenta la peste negra al intentar “empujar” la imagen del Dios perfecto en las mentes alienadas de aquellos que sobreviven. Esta lucha va más allá, al suceder en su interior: “¿Quién eres, cómo entraste aquí?”, se cuestiona en un intento de resistirse a su naturaleza, pero Jeanne conoce perfectamente el destino que le espera al lado del mal: “siempre estuve contigo”.
3 – The Cosmic Eye.
“The Cosmic Eye” es una obra de Faith Hubleypublicada en 1986 que, como varias de las obras aquí listadas, no sigue una secuencia tradicional de eventos, es decir, no se presenta una serie de actos consecutivos como se haría en cualquier guion normal. De un momento a otro y sin previo aviso, el espectador se encuentra inmerso en mensajes transmitidos mediante dibujos infantiles, o en famosas pinturas expresionistas del siglo XX con un significado auténticamente profundo, como el propio título de la obra lo sugiere.
Sin embargo, no es una obra dirigida a los infantes. Toda la película está repleta de mensajes subliminales, algunos de los cuales sólo se comparan a nuestras peores pesadillas. En resumen, es una animación misteriosa, completamente enredada entre teorías y simbolismos sobre el surgimiento de nuestro planeta, alusión a los errores que los humanos cometieron en el pasado, las diferencias entre razas y tribus y, evidentemente, los caminos posibles para la humanidad en el futuro.
Al final, la película muestra una línea extrasensorial donde seres de otros mundos se encuentran tras las especulaciones más extrañas sobre la vida y la creación del Universo. Muchos de estos seres se encuentran en monumentos que evocan a los nuestros: figuras incas y mayas, los moáis en la Isla de Pascua, antiguos rituales indígenas, carabelas coloniales e incluso astronautas forman parte del espectáculo.
4 – Johnny Corncob.
Marcell Jankovics es un director con una creatividad atractiva y única, y esto quedó de manifiesto en 1973 con la obra “Jhonny Corncob” (que también da nombre al protagonista). La animación surge de la combinación entre el poema Janoz Vitez, del húngaro Sándor Petofi, y una adaptación de la misma obra realizada por el compositor Pongrác Kacsóh.
La intrincada trama, que la mayor parte del tiempo mezcla el aire teatral psicodélico tan característico del director con sonidos guturales y secuencias de escenas enredadas, nos narra la historia cliché de un héroe que emprende un viaje épico en busca de su amada ante el presagio de muerte, guerra y maldad.
Dada la combinación de personajes, sus orígenes y la fuerte conexión con la cultura húngara, esta obra nos revela la extravagancia de su creador. Jankovics es un referente cuando se trata de crear un espectáculo donde se exige mucho de todo, como quedó de manifiesto con el extraño largometraje de 2011, “The Tragedy of Man”, que tardó tres décadas en terminar. Jhonny Corncob fue el primer largometraje animado en la historia de Hungría.
5 – Coonskin.
Este largometraje animado de 1975 se desarrolla en un ambiente de erotismo burlesque, lleno de referencias a las animaciones infantiles populares de esa época. En Coonskin se nos presenta un extraño intento de violencia, y al mismo tiempo aparece la polémica por las referencias a toda clase de prejuicios, que hasta entonces eran bien conocidos en los Estados Unidos de 1970.
La trama, dirigida y escrita por Ralph Bakshi, nos presenta a un conejo afroamericano, una zorra y un oso que se valen de un esquema criminal para escalar en la mafia de Harlem, Nueva York. Huyendo de la justicia, eliminan a toda clase de enemigos en escenas perturbadoras. La película en su totalidad parece haber sido concebida para ofender a toda clase de audiencia de alguna forma. Por ejemplo, en determinado momento los tres protagonistas conocen a un líder revolucionario que se hace llamar “El Salvador” y afirma que es primo hermano del “Jesús Negro”, mientras ofrece a sus seguidores la posibilidad de matar blancos a cambio de diezmos y donaciones.
Y las ofensas van mucho más allá: mujeres (y la imposición de su inferioridad), homosexuales, religiosos, políticos y prácticamente nadie se salva. El propio país queda expuesto a través de un personaje rubio llamado Miss America, que disfruta seduciendo hombres negros para después asesinarlos.