De acuerdo con un reporte de la compañía estadounidense de software financiero, Bloomberg, el presupuesto de Donald Trump para el 2018 muestra una reducción de 300 millones de dólares (el equivalente al seis por ciento), en apoyo a niños y embarazadas víctimas del SIDA de los países más pobres de África.
De esta forma, el mandatario ignora el Plan de Emergencia para el Alivio del SIDA (PEPFAR), una iniciativa del Gobierno de Estados Unidos nacida en 2003 para alargar la vida de los enfermos de VIH.
“Este recorte supone una catástrofe para millones de personas. Si se aprueba en el Congreso, perderemos décadas de progreso en la lucha contra el VIH; más personas se infectaran, enfermarán y morirán por una enfermedad prevenible. Habrá más niños huérfanos”, denunció la congresista demócrata Barbara Lee.
Por su parte, y mientras el futuro de miles de enfermos está en juego, el secretario de Salud, Tom Price, comentó que defenderá los recortes ante un comité de la Cámara de Representantes, por lo que varias asociaciones civiles han anunciado movilizaciones.
Entre las principales metas de PEPFAR para el 2017 se encuentra brindar tratamiento antiretroviral a 12,9 millones de niños, embarazadas y adultos, así como reducir un 40 por ciento la incidencia del VIH en los países subsaharianos más afectados. "Es impensable lo que puede ocurrir si esto se consuma", finalizó Lee.