Por lo general, un niño sueña con tener una fiesta de cumpleaños inspirada en superhéroes, princesas, animales y cosas por el estilo. Sin embargo, esta pequeña de nombre Audrey prefirió darle a su fiesta de cumpleaños un toque curioso, por decir lo menos: la pequeña le solicitó a su madre, Rebecca, que le preparara una decoración inspirada en la caca.
Durante meses la creativa Audrey le insistió a su madre que quería globos y un pastel inspirado en las heces y, aunque Rebecca intentó disuadir a su hija para que eligiera otro tema, nada resultó: la fiesta se hizo según las exigencias de la festejada.
En declaraciones para The Huffington Post, Rebecca dice que la insistencia de la niña fue tanta que su esposo simplemente decidió hacer la fiesta, aunque resultara un poco extraña. El festejo sucedió hace algunos meses St. Louis, en los Estados Unidos, y la celebración fue algo caprichosa.
Un cumpleaños de mier#$@.
Sus invitados pudieron disfrutar de un ambiente repleto de referencias a la buena y vieja popó, con derecho a bocadillos, globos, trajes personalizados y, evidentemente, un pastel temático.
Según Rebecca, a los invitados les encantó la fiesta – también mencionó esperaba que los abuelos de la niña reclamarán el tema elegido, pero rápidamente se adaptaron a la situación y también se divirtieron mucho.
Según la madre, la fiesta tuvo que ver mucho con la personalidad de su hija, que es una niña auténtica, divertida y llena de confianza. Para Rebecca, la divulgación de las fotografías de esta fiesta puede ser una forma divertida de mostrar a las personas que no se necesita vivir intentando impresionar a los amigos en las redes sociales buscando fotos e ideas “perfectas”.