El sumo es una forma de combate en la que un participante, llamado rikishi, debe forzar al oponente al exterior del círculo o hacerlo tocar el suelo con otra parte del cuerpo que no sean los pies. La historia nos dice que el deporte se originó a partir de rituales sintoístas hace varios siglos, y que en la época era una especie de danza. El ring no surgió sino hasta el siglo XVI.
Aunque sólo se practique de forma profesional en Japón, el sumo tiene una gran cantidad de seguidores en otros países. Por eso hoy te presentaremos 5 datos curiosos sobre esta lucha tradicional japonesa.
1 – Los rikishi no siempre fueron gordos.
En la actualidad es común que imaginemos a los peleadores de sumo como hombres grandes y gordos, pero esta fue una característica que se fue agregando paulatinamente – un fenómeno que también sucede en otros deportes. La gran diferencia entre las luchas occidentales es que no existe una clasificación de luchadores por peso, es decir, pueden pelear todos contra todos. En ocasiones la diferencia resulta muy llamativa para quien no está acostumbrado a ver una pelea de sumo.
2 – Los extranjeros pueden practicar sumo.
Si eres un gaijin, es decir, un extranjero que tiene deseos de participar profesionalmente en un campeonato de sumo, debes saber que es perfectamente posible. Es más, algunos de los mejores luchadores ni siquiera nacieron en Japón. Sin embargo, cada lugar de entrenamiento o establo restringe la presencia de extranjeros a sólo un participante.
3 – Dedicación al extremo.
No creas que es suficiente ser gordo para ser un peleador de sumo: es necesario seguir al pie de la letra las reglas de la Asociación Japonesa de Sumo. La mayoría de los luchadores debe vivir en los establos, donde definen toda su rutina de entrenamiento, alimentación y vestimenta.
4 – Los luchadores también bailan.
Al ingresar al ring, cada peleador debe hacer un ritual muy parecido a una danza. Pisan el suelo y aplauden, en una tradición que tiene como significado expulsar los malos espíritus del ring. También se encaran, aplauden juntos y abren los brazos para demostrar que están desarmados.
5 – Las mujeres también pelean sumo.
La Asociación Japonesa de Sumo no permite que las mujeres participen en campeonatos o ingresen al ring, pues esto se traduce en una violación a la pureza del lugar. Sin embargo, esto no ha impedido que algunas mujeres se aventuren en el deporte y lo practiquen de forma espontánea en templos sintoístas.
