1 – Prosopagnosia.
La prosopagnosia, también llamada “ceguera para las caras“, está caracterizada por la dificultad – e incluso una completa incapacidad – para reconocer rostros. Y no creas que aquellos que padecen este problema simplemente se olvidan de las facciones de sus conocidos o se confunden de vez en cuando. Dependiendo de la severidad de cada caso, aquellos enfermos diagnosticados con prosopagnosia tienen dificultades para reconocer familiares y hasta su propio rostro.
Hasta hace poco se creía que se trataba de un problema extremadamente raro provocado por lesiones cerebrales vinculadas a derrames, traumas y enfermedades degenerativas. Sin embargo, estudios recientes apuntan a que la prosopagnosia es altamente hereditaria y más común de lo que se creía, estimando que 1 de cada 50 personas en el mundo presenta algún nivel de la enfermedad.
2 – Síndrome de Wernicke-Korsakoff.
En realidad, el síndrome de Wernicke-Korsakoff abarca dos condiciones distintas: la encefalopatía de Wernicke y el síndrome de Korsakoff, ambas condiciones provocadas por la deficiencia de vitamina B1 – bastante común en los alcohólicos y aquellas personas cuyo organismo no absorbe nutrientes de forma correcta -, pero una tiende a aparecer como consecuencia de la otra.
Así, la falta de vitamina B1 puede resultar en el surgimiento de la encefalopatía de Wernicke, que provoca daños cerebrales en dos áreas – el tálamo y el hipotálamo -, y tiene como principales síntomas la pérdida de la actividad mental, confusión, espasmos musculares y problemas de visión.
Por su parte, el síndrome de Korsakoff – también referido como psicosis de Korsakoff – surge debido a las lesiones permanentes provocadas por la encefalopatía de Wernicke y tiene como resultado la aparición de alucinaciones, la incapacidad para formar nueva memoria y una severa pérdida de la memoria anterior.
En los casos más graves, los pacientes llegan a perder su propia identidad y a fabricar nuevas experiencias para rellenar los recuerdos “borrados” por la enfermedad. Con el tiempo, el cuadro clínico puede evolucionar a la demencia, el coma y finalmente la muerte.
3 – Paramnesia reduplicativa.
Aquellos individuos que padecen paramnesia reduplicativa son personas que están completamente convencidas de que determinado lugar – ya sea su propio lugar de residencia, su ciudad o un hospital, por poner algunos ejemplos – ha sido duplicado y existe de forma simultánea en otro lugar.
Como es algo muy difícil de comprender, imagina la siguiente situación: vas a visitar a un amigo al hospital – y de la forma más coherente y lógica – te empieza a decir que se encuentra en un lugar idéntico a donde estaba anteriormente, con los mismos médicos y enfermeros, pero que no se trata del mismo hospital donde lo ingresaron originalmente. Es más o menos así que las personas con paramnesia reduplicativa experimentan la realidad.
Es un problema relativamente raro y generalmente se encuentra vinculado a lesiones simultáneas en los lóbulos frontales y en el hemisferio derecho del cerebro – provocadas por tumores, derrames, enfermedades degenerativas, encefalopatías y algunos trastornos psiquiátricos. Afortunadamente, en la mayoría de las situaciones, la enfermedad retrocede a medida que los pacientes se acostumbran a los lugares y superan su confusión.