Solemos ver a los magos como individuos misteriosos llenos de trucos y actos que desafían la lógica humana despertando nuestros miedos más primitivos. Sin embargo, bajo el traje y el sombrero hay seres humanos comunes y corrientes susceptibles de cometer errores terribles que podrían costarles la vida. Así sucedió con estos personajes.
1 – Balabrega y las mariposas incendiarias.
En el año de 1900 el mago sueco Balabrega hacía una parada en Brasil para presentar un número bastante temerario, que si iba según lo planeado sorprendería al público. La idea implicaba que seis asistentes vestidas de mariposas desaparecieran en una llamarada.
Hasta ahí las cosas iban bien. Sin embargo, para que el truco funcionara se necesitaba un gas específico, y como Balabrega no logró encontrarlo en el país, terminó usando acetileno, que es muy inestable. Con esta información ya puedes imaginarte lo que sucedió. Uno de los contenedores de gas explotó matando al mago y a una de las asistentes en el acto.
2 – Genesta y el contenedor de leche.
Escapar de un contenedor de leche lleno de agua era un truco muy famoso de Houdini imitado por otros magos. En el año de 1930, Royden Joseph Gilbert Raison de la Genesta decidió homenajear al famoso mago presentando este número. El secreto residía en que la tapa del objeto siempre podía retirarse, por lo que el uso de candados no representaba inconveniente alguno durante el escape.
Sin embargo, Genesta no se dio cuenta que el soporte se cayó durante el transporte dando lugar a una especie de diente que selló la tapa y no permitió el movimiento. Todavía alcanzaron a llevarlo al hospital, pero sus pulmones no resistieron y terminó muerto.
3 – Princesa Tenko y las espadas.
Mariko Itakura es una ilusionista japonesa conocida con el mote de Princesa Tenko, característica por sus presentaciones poco convencionales. En el año 2007, durante una presentación en la ciudad de Sabae, uno de sus números se le fue de las manos. La colocaron al interior de una caja que sería perforada por varias espadas, un truco muy común y viejo en el mundo de los magos.
Sin embargo, en esa ocasión no logró salir en el tiempo previsto y terminó con varios cortes profundos cerca de las costillas y en una de las mejillas. En esas condiciones, la ilusionista se las arregló para seguir el espectáculo durante 30 minutos más, y recibió atención médica sólo después que terminó el espectáculo.
4 – Joe Burrus y el cemento.
También con la intención de homenajear al gran Harry Houdini, el mago Joseph Burrus organizó un espectáculo la noche de Halloween del año 1990. La idea era colocarlo esposado y con correas dentro de un cajón de plástico y vidrio, que recibiría toneladas de tierra y cemento dentro de un pozo, y tendría que arreglárselas para escapar de todo eso.
Por supuesto que no funcionó. El peso del cemento terminó rompiendo la caja y sofocando al mago. Coincidentemente, Houdini también murió una noche de Halloween.
5 – Charles Rowan y el auto a exceso de velocidad.
El mago sudafricano Charles Rowan, famoso con el nombre de Karr “El misterioso”, tenía un número bastante popular y, dicho sea de paso, súper arriesgado. Se posicionaba en el medio de una pista usando una camisa de fuerza, mientras un automóvil a alta velocidad se dirigía justo en su dirección.
Rowan llegó a repetir el acto en diversas ocasiones, pero en 1930 no logró liberarse a tiempo y terminó siendo atropellado en pleno espectáculo. Estaba tan consciente del peligro que representaba su acto, que dejó una carta liberando al conductor del automóvil de cualquier responsabilidad.