Los Tsimane son un grupo indígena del Amazonas que habita el territorio boliviano, se encuentran muy alejados de todas las cadenas de comida rápida y quizá por eso gozan de los menores índices de enfermedades vasculares en el mundo. Las arterias del pueblo Tsimane se encuentran cinco veces menos obstruidas que las de los estadounidenses, y sólo un 3% de la población se encuentra en el grupo de riesgo por enfermedades cardíacas.
En ese lugar, las arterias coronarias – responsables por transportar oxígeno a los músculos del corazón – se encuentran cinco veces menos obstruidas que la del ciudadano estadounidense común.
“Su estilo de vida sugiere una dieta con pocas grasas saturadas y muchos carbohidratos no procesados, ricos en fibra”, explicó Hillard Kaplan, profesor de la Universidad de Nuevo México, en los Estados Unidos. “Además no fuman, cazan animales salvajes y están físicamente activos durante la mayor parte del día“. En promedio, los trabajadores de las grandes ciudades llevan vidas sedentarias, eso implica pasar un 54% del periodo en vigía sin moverse. Los Tsimane pasan como máximo 10% de su día en reposo.
Mandioca, arroz, maíz, nueces y frutas componen el 72% de la alimentación de los Tsimane. El otro 28% corresponde a proteínas y a las grasas. De los 38 gramos de grasa que consumen al día, sólo 11 gramos son de grasas saturadas. Para conseguir estos datos, el equipo de Kaplan llevó una máquina de tomografía computarizada para recorrer el bosque. Visitó 85 aldeas, y escaneó a 705 personas con más de 40 años.
596 de los voluntarios (85%) no presentaban riesgo alguno de sufrir enfermedades cardíacas. Sólo 20 personas, que implica el 3% de las muestras, se encontraban en un riesgo moderado o alto. Cuando la muestra se limitaba a los mayores de 75 años, la porción de ancianos en peligro era de apenas el 8%. Se trata del menor índice de envejecimiento vascular registrado en la literatura científica – ninguna otra población en el mundo alcanza la tercera edad con un corazón en tan buenas condiciones. Para hacer una comparación, un estudio anterior con 6814 estadounidenses reveló que solo el 14% no está propenso a desarrollar problemas cardíacos. 50% de la población del país se encuentra en el grupo de riesgo alto o moderado.
La lección que nos queda de esta historia es que si deseamos tener una vida larga y próspera, no hay nada mejor que ir a vivir al bosque para cazar y recolectar en regiones inhóspitas. Pero moverte y cuidar lo que comes siempre será una buena forma de mejorar la salud. De acuerdo con el artículo científico, alrededor del 90% de los casos de enfermedades coronarias en el mundo se encuentran asociados a factores de riesgos clásicos, como el tabaquismo y una alimentación inadecuada.