Desde el siglo XXI solemos ver a las tecnologías del pasado con cierto aire de superioridad. Sin embargo, existen ciertos inventos y dispositivos que van mucho más allá de la comprensión moderna. Quizá algunos no sean más que leyendas, pero si se pudiera recrear cualquiera de estos objetos, podría cambiarse muy fácilmente al mundo.
Violines Stradivarius.
Antonio Stradivari existió entre los años de 1644 y 1737. Fue un violero y artesano italiano conocido como el más grande y significativo en la historia de la creación de los instrumentos. En la actualidad, aproximadamente medio millar de sus violines sobreviven y son vendidos por decenas de millones de dólares cada uno.
Las técnicas y los materiales precisos empleados para la fabricación de violines y otros instrumentos fueron heredados a los ocho descendientes de Stradivari, pero en la actualidad la técnica se ha perdido por completo. Los investigadores no pueden hacer más que estimaciones sobre estas artesanías. Una teoría dice que la madera con que los violines están confeccionados creció durante una pequeña glaciación, aspectos que la hicieron mucho más densa y única.
Fuego griego.
Las batallas navales en el antiguo Bizancio eran especialmente horripilantes, sobre todo ante los ojos de los cruzados de Europa Occidental que atestiguaron la forma en que los bizantinos incineraban barcos cuando éstos flotaban sobre el agua.
El fuego griego se empleó desde el siglo VII y hasta el siglo XII d.C. y se trataba de algo mucho más poderoso que simplemente encender un buque construido con material inflamable. La explosión iba acompañada de “truenos” y humo, y el fuego resultante no podía extinguirse con otra cosa que no fuera arena, vinagre o grandes cantidades de orina. ¿Se trataba de una forma antigua de pólvora?
Los soldados incluso portaban granadas de fuego griego que lanzaban empleando pequeñas catapultas. La composición precisa de este antiguo compuesto griego se guardó como un secreto y sigue siendo desconocida hasta nuestros días.
Acero de Damasco.
El acero de Damasco está representado en la serie “Game of Thrones” como el Acero Valyrio. Ambos materiales presumen mucha más fuerza y resistencia que las hojas tradicionales. Alguna vez las leyendas contaron que el acero de Damasco podía partir una hebra de cabello, partir por la mitad otras espadas y cortar como mantequilla los cañones de los rifles.
Las auténticas espadas de acero de Damasco presentan un patrón de bandas en ellas que se asemeja a agua fluyendo. Se nombran a partir de la capital de Siria, una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo, pero en realidad nadie sabe si el acero se forjó en ese lugar.
En los años de 1700, el conocimiento sobre la fabricación del acero de Damasco se perdió.
Vidrio flexible.
Se sabe que los humanos han empleado el vidrio en su forma natural, como la obsidiana, desde la Edad de Piedra. Los primeros objetos de vidrio registrados se remontan al año 3000 a.C., y esta hermosa copa de cristal romano proviene del siglo IV d.C.
Una leyenda romana dice que alguna vez existieron objetos fabricados con vidrio flexible.
Plinio el Joven, Petronio y Dion Casio dieron testimonio de un talentoso trabajador de vidrio o alquimista que fabricó algo tan sorprendente que terminó en la corte del emperador Tiberio Julio César entre el año 14 y 37 d.C.
Isidoro de Sevilla escribió que el emperador tomó un recipiente de vidrio flexible y lo arrojó al suelo. El tazón tenía abolladuras pero no se rompió. El artesano golpeó la abolladura con un pequeño martillo y proclamó que sólo él tenía el secreto para fabricar el vidrio flexible. Tiberio, ante el temor de que este nuevo material pudiera mermar el valor del oro y la plata, habría ordenado que decapitaran al hombre.
Mithridate.
Un elixir que lo cura todo parece algo propio de la ciencia ficción. Pero se decía que esta poción de 65 ingredientes era un antídoto contra cualquier veneno. La receta exacta es desconocida y ha sido modificada con el paso del tiempo. La inventó Mitrídates VI, rey del Ponto, quién pensó que su madre lo estaba envenenando en pequeñas dosis.
La historia menciona que el rey incluso intentó el suicidio, pero ningún veneno le hizo efecto. La receta del Mithridate fue encontrada en su área de trabajo y llevada a Roma por Pompeyo. En Roma fue replicada por el médico de Nerón, Andrómaco, y el médico de Marco Aurelio, Galeno de Pérgamo.
En la Edad Media y desde año de 1786, el Mithridate era tomado para prevenir la peste y como una cura para todo. Oliver Cromwell dijo que también servía como una cura para el acné.
Concreto romano.
Muchos acueductos, calles y templos romanos antiguos sorprendentemente aún se encuentran en buenas condiciones. Incluso sus puertos más antiguos se encuentran de pie tras más de dos mil años de ser golpeados por la fuerza del mar.
El concreto romano es tan viejo como los antiguos romanos. Es la clase de concreto más duradera, y en la receta se incluye ceniza volcánica, un componente que evita las grietas en el material. Con este concreto se levantaron edificaciones como el Panteón, la más grande cúpula de hormigón no reforzado en el mundo.
A diferencia del concreto romano, el de la actualidad se desgasta en el agua salada tras apenas medio siglo, y su producción emplea más energía e incluso libera gases de efecto invernadero. Si pudiera producirse el cemento romano en la actualidad, reemplazaría por completo al concreto moderno.
La teoría de la conspiración de la fusión fría.
Eugene Mallove fue un científico, profesor y editor de la revista Infinite Energy. Fue un partidario destacado sobre la investigación alrededor de la fusión fría.
Fusión fría es el tipo de energía que se genera cuando el hidrógeno interactúa con varios metales. En la fusión en frío no se utilizan materiales radiactivos, por lo que no existe peligro de contaminación con residuos de este tipo.
En uno de los libros de Mallove se detalla un experimento de fusión fría realizado en 1989 en la Universidad de Utah. En este se afirma que hubo producción de energía en varios ensayos y que los hallazgos fueron desestimados por físicos convencionales que denominaron a la fusión fría “ciencia marginal”.
Mientras se encontraba limpiando su casa en 2004, Mallove fue asesinado por el hijo de un antiguo inquilino de la propiedad. Tres personas fueron arrestadas e imputadas por el asesinato. Nadie ha podido documentar la fusión fría después de Mallove.
Rayo de la muerte de Tesla.
Tesla afirmó haber trabajado en un arma de energía dirigida durante aproximadamente cuatro décadas. En 1937, el genio habría dicho “no es un experimento… la he construido, demostrado y usado, pero tiene que pasar un poco de tiempo antes que pueda entregarla al mundo”.
Aproximadamente en esa época, Tesla construyó algo parecido a un láser o acelerador de partículas. Su invención llamó la atención del ejército de los Estados Unidos, cuando argumentó que podría alcanzar distancias increíbles y potencialmente derribar aviones en pleno vuelo, una nueva clase de arma.
El mismo Tesla señaló que “rayo de la muerte” era un hombre nada apropiado ya que el dispositivo era un proyector de partículas. Supuestamente, nadie respaldó esta invención en particular.
Starlite.
En la década de 1970, el químico aficionado Maurice Ward estaba sumergido en la creación de productos para el cabello. Sin embargo, accidentalmente fabricó un material resistente al calor conocido como Starlite.
En 1993, el Starlite fue presentado en el programa de televisión de la BBC “Tomorrow’s World”. En el espectáculo, un huevo fue cubierto con Starlite y se le puso bajo la llama de un soplete durante 10 minutos. El huevo se encontraba agrietado pero todavía crudo. En teoría, Starlite podría proteger al cuerpo humano del calor producido en una explosión nuclear.
Ward fue un hombre extremadamente protector con su invención, por lo que jamás llegó a ser del conocimiento público. Ward murió en el año 2011, y jamás se asoció con ninguna empresa para llevar su producto al mercado. Algunos aseguran que Starlite fue saboteada o comprada por el gobierno.
Pese al interés de la NASA y de otras grandes compañías tecnológicas, Ward jamás reveló la composición de su invención, que hasta nuestros días es desconocida. Ward mencionó alguna vez que sus parientes más cercanos conocen el proceso de fabricación, pero tras su muerte ni su esposa ni ninguna de sus cuatro hijas han producido muestra alguna para demostrar que tienen conocimiento del proceso.
Fuego de Arquímedes.
Arquímedes de Siracusa nació en el 287 a.C. y fue uno de los matemáticos más brillantes de la historia.
Él era responsable de esta arma que cambiaba las reglas del juego. Utilizando una formación de espejos angulares, era capaz de incendiar los barcos de cualquier enemigo que se atreviera a atacar Siracusa. En cuestión de segundos, los veleros quedaban completamente envueltos en llamas.
Los Cazadores de Mitos intentaron recrear esta invención, pero tuvieron problemas para dirigir la luz de sus espejos a un punto lo suficientemente pequeño y concentrado como para incendiar un barco. Sin embargo, en el 2005 un grupo de estudiantes del MIT casi recreó por completo el fuego de Arquímedes.