Un residente de Perth, en Australia, bañó a su hija de tres años de edad con gasolina y le prendió fuego, presuntamente porque era “demasiado bella”.
Edward John Herbert se declaró inocente presuntamente por padecer de sus facultades mentales, en el juicio que se le lleva a cabo por sus acciones.
La niña, que sobrevivió al ataque y fue rescatada por una policía que no se encontraba laborando, tiene quemaduras en 13% de su cuerpo y quedó con lesiones permanentes por el fuego.
Herbert fue descrito por la fiscal como una persona que abusa del alcohol y la marihuana y que había actuado de manera “extraña” en los días previos al ataque, con cambios de personalidad que iban del enojo a la felicidad.
Antes del incidente, el sujeto habría estado hablando solo y actuando de manera amenazante con su pareja, señalándole que “el hombre lobo llegaría a las 12 del día”.
Siete meses después del ataque, que ocurrió en 2015, Herbert señaló que no tenía memoria de lo ocurrido.