Stephania Potakis se había mantenido, durante 22 años, libre del consumo de carne y aceptó experimentar este tipo de proteína una vez más en su vida para formar parte del desafío The A.V. Club. En una steak house la mujer experimentó con platillos diferentes: pierna de pollo crocante, tuétano y después con una variedad de carnes.
“Ahora entiendo lo que significa ‘suculento’”, dice después de masticar el pollo y afirmar que también le gustó la piel. Según Potakis, el sabor de la carne escurre por la boca con cada mordida, algo que no sucede con los vegetales.
En relación al tuétano, que es nada más que la medula ósea, Potakis asegura que la consistencia gelatinosa de la parte interna del hueso es exquisita. “Creo que voy a comer tuétano por el resto de mi vida. Ese es mi nuevo platillo favorito: tuétano”, declaró.
¡Caracoles!
A continuación hizo una declaración que terminó sembrando la polémica entre los vegetarianos: “es como ‘los animales están sufriendo’ y yo estoy tipo ‘voy a chupar eso de tus huesos’”, dijo, dando a entender que sus días como vegetariana habían terminado.
Finalmente, probó un poco de carne roja y definió el gusto como “estúpidamente bueno”. Stephania llegó a decir que debería existir una goma de mascar sabor carne, y que si existiera, jamás dejaría de masticar este raro tipo de “golosina”.
El asunto es que el video, además de mostrar un lado interesante en términos de experiencias, termina sirviendo como argumento para los que gustan posicionarse contra el estilo de vida vegetariano. En ese sentido, están los que dicen que Stephania nunca fue una vegetariana de verdad, y también están los que creen que provocó un gran perjuicio.