jueves, 13 de octubre de 2016

La historia de un perro ciego y su cachorro guía



¿Quién dijo que las únicas conexiones especiales se generan entre seres humanos? Aquí una prueba de que no es así.

Hoshi y Zen son dos perros cuya amistad ha impresionado a las redes sociales. ¿La razón? Zen cuida a Hoshi como lo haría una enfermera a su paciente. Nunca se despega de su lado.

Hoshi es un american eskimo. Un perro grande y fuerte, pero con un mal curable. Cuando cumplió 11 años, el veterinario les dio una mala noticia a sus dueños: tenía glaucoma. Era necesario operarlo. 


Como los propietarios creyeron que Hoshi moriría, adoptaron a Zen para darle un poco de compañía, un perro pequeño y vulnerable.

Entonces, decidieron ponerles un arnés que los uniera y tras una complicada operación, Hoshi sufrió la extirpación de sus globos oculares. 

De esta forma, el pequeño Zen se convirtió en el lazarillo de Hoshi y uno no hace nada sin el otro a su lado. La entraña pareja fue apodada "The fluffy duo" (El dúo esponjoso).