Si estás leyendo, hay grandes probabilidades de que conozcas el alfabeto. Desde el preescolar, has repasado millones de veces cada uno de sus elementos, y se encuentran tan profundamente arraigados en tu cerebro que ni siquiera debes pensar de forma consciente mientras das lectura a estas palabras. Por eso, si alguien se atreviera a decir que existe una letra en el alfabeto que no puedes identificar correctamente, mostrarías escepticismo.
Sin embargo, es verdad. Existe una letra en el alfabeto que la mayoría de las personas no pueden escribir o identificar correctamente. Compruébalo tú mismo en este vídeo de la Universidad Johns Hopkins. ¿Podrás identificar esta letra tan “esquiva”?
En efecto, se trata de la problemática letra minúscula «G». Esta letra resulta muy diferente cuando se comparan impresiones con escritos hechos a mano. De hecho, existen dos tipos de «G» minúsculas clasificadas por el ojal que se forma en la parte inferior de la letra: la más común en las impresiones recibe el nombre de «bucle» u «óvalo», mientras la escrita a mano se llama «cola».
La «G» que aparece en el video presenta un ojal cerrado (formado por la cola), un cuello que une a este ojal con la cabeza y una oreja en la parte superior. Es la tipografía que podemos encontrar en muchísimas impresiones (aunque no en todas) de libros, revistas, anuncios, correos electrónicos, etc. En esencia, es la «G» que ves todo el tiempo desde hace años.
Por eso resulta tan extraño que sea difícil de recordar. En 2018, investigadores de la Universidad Johns Hopkins demostraron que la mayoría de las personas no pueden reconocer la «g» con bucle en una alineación como la que aparece en el video.
“La mayoría de las personas ignora que existen dos variantes tipográficas”, señalaron en un comunicado. “Pero incluso cuando lo saben, se muestran incapaces de escribir la que vemos regularmente”. Michael McCloskey, autor del estudio y experto en cognición, señala que esto podría deberse a que las personas sólo recuerdan las letras que aprendieron a escribir por su cuenta.
“Creemos que, si la observamos lo suficiente, especialmente si ponemos atención a su forma durante la lectura, seremos capaces de identificarla, aunque nuestros resultados sugieren que no siempre es el caso”, menciona McCloskey. “La g en bucle es algo que nunca nos enseñaron a escribir, por lo que es posible que tampoco aprendamos su forma”.