El 'stealthing', una práctica sexual en la que el hombre se retira el condón sin avisarle a su pareja con el propósito de experimentar mayor placer, se ha popularizado en los últimos días, preocupando a sexólogos de todo el mundo.
De acuerdo con diversos terapeutas, se trata de un acto de violencia debido a que se rompen los términos con los que se había consentido el acto por ambos.
En este sentido, un estudio publicado por la Columbia Journal of Gender and Law utiliza el término "violación-adyacente", acentuando que podría derivar en consecuencias legales.
Uno de los casos más conocidos es el de un hombre de 47 años que fue condenado por La Corte Criminal de Lausana, en Suiza, por quitarse el condón a mitad del acto.