El cáncer testicular es una de las formas más curables del cáncer siempre y cuando se detecte a tiempo.
Según el National Cancer Institute’s Surveillance, Epidemiology, and End Results Program, de Estados Unidos, el 99 por ciento de los hombres con cáncer testicular localizado (que no se ha esparcido), sobrevive, pero la tasa disminuye a un 74 por ciento una vez que la enfermedad se expande a diferentes órganos.
De acuerdo con el doctor Tobias Kohler, vocero de la Asociación Americana de Urología de Estados Unidos, es preciso autoexplorarse una vez al mes y el mejor lugar para hacerlo es durante la ducha. Si algo te hace dudar, acude al médico de inmediato.
Esto, opina el doctor Nicholas Cost, urólogo y profesor de en la Universidad de Colorado, porque el calor relajará tu escroto y facilitará la detección de cualquier cosa fuera de lo normal.
¿Cómo autoexplorarte?
Para ello, comienza en la parte superior de tu testículo izquierdo. Sostenlo entre tu pulgar y dedos de ambas manos y rótalo cuidadosamente entre tus dedos mientras vas bajando. Repite con el derecho.
Presta atención a cualquier bulto duro, suave o redondo, o a cambios inusuales en el tamaño, forma y consistencia de tu testículo. Puede que no seas capaz de sentirlo, pero este puede hacer que tu testículo se sienta muy firme.
Debes tener claro que no todas las irregularidades que encuentres en tu autoexploración son un indicador definitivo de cáncer testicular. Si tus testículos se sienten como si tuvieras una bolsa de gusanos, puede que tengas varicocele, o venas inflamadas en tus bolas.