Pese a lo incómodo que resulta para cualquier mujer el acoso callejero, esta joven se tomó el tiempo de detenerse a contestarle a todos y cada uno de los hombres que se acercaron a ella alrededor de diez horas con el único objetivo de combatir este tipo de violencia.
Durante su trayecto por las calles de Nueva York, y vistiendo jeans y chaqueta, la chica recibe varias insinuaciones sexuales, pero lejos de ignorarlas, les contesta de una forma original que obliga a sus agresores a retroceder. Incluso, uno de ellos se molesta cuando la muchacha le comenta que no le gustan las personas con sobrepeso.
"Oye, sonríe", le dice uno, a lo que ella le responde: "Dime algo gracioso". Finalmente, otra mujer la defiende, pero luego se da cuenta de que también intenta acompañarla a como dé lugar. Aunque sólo se trata de un experimento social, el video ha dado la vuelta al mundo.
De acuerdo con algunos terapeutas, la molestia de los agresores ante las respuestas de la víctima, es una forma de tratar de hacerla sentir mal por algo que ellos hicieron primero. Se trata pues, de un claro caso de violencia psicológica.