Algunos de los hábitos que nos resultan perfectamente naturales a los mexicanos podrían considerarse como una falta de educación y hasta una ofensa en otras culturas. Para no terminar en una estación de policía, hoy te presentamos una serie de hábitos que deberías evitar en otros países.
1 – Levantar los pulgares.
En gran parte de Oriente Medio, hacer una señal positiva levantando el pulgar (o los pulgares) tiene un significado equivalente a levantar el dedo medio en el mundo occidental, algo sumamente ofensivo. En lugar de levantar el pulgar, simplemente puedes decir algo positivo o limitarte a sonreír.
2 – Masticar goma de mascar en público.
Masticar una goma de mascar en Singapur no solo se considera una falta de educación, sino que el acto amerita una multa de hasta MXN$ 6,000 si escupes el producto en la vía pública.
3 – Un firme apretón de manos.
Una forma tan simple de agradecimiento puede ser muy mal interpretada en Filipinas. Por aquellos lugares, felicitar a alguien con un firme apretón de manos se considera algo agresivo y hasta irrespetuoso.
4 – Poner especias a la comida.
En culturas profundamente gastronómicas como la italiana, española y japonesa, pedir salsa o pimienta para poner a la comida puede provocar cierta desavenencia. Antes de solicitarlo en un restaurante de categoría, más valdría revisar si ya está en la mesa. Si no, lo mejor sería no pedirlo.
5 – Comer en sitios donde no sirvan comida.
Si crees que es de lo más normal comer en las bancas, en los asientos del autobús o en otros lugares públicos de Ruanda, es mejor que vayas corrigiendo esa idea. Se considera algo profundamente grosero comer en lugares que no sean un restaurante, bar u hotel. Tampoco degustar un helado mientras disfrutas de alguna atracción es algo que consideren apropiado. El truco está en seguir la cultura local y comer con calma en un sitio apropiado.
6 – Llegar tarde.
Acordar una hora para una reunión en Alemania es cosa seria. Olvídate de decirles a las 8:00 p.m. para llegar a las 10:00 p.m. Dejar a las personas esperando es un acto grosero y muy maleducado en la cultura alemana, pues son personas que con toda seguridad estarán en el lugar al horario acordado o incluso minutos antes.