El vínculo entre un fósil localizado en una cueva de Laos y las herramientas de piedra elaboradas en el norte de Australia se resume en una sola entidad: humanos. El hallazgo de restos fósiles en las profundidades de una cueva revela que los Homo sapiens se aventuraron más allá de África, hacia el sudeste de Asia, por un camino muy particular.
Recientemente, un equipo internacional de investigadores publicó sus descubrimientos en la prestigiosa revista Nature Communications. En el documento se revela la importancia, en el contexto de la migración humana, que tuvo la cueva de Tam Pà Ling, situada al norte de Laos. Según Fabrice Demeter, destacado paleoantropólogo y profesor asistente en la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, en esta cueva existe información valiosísima para comprender cómo los humanos modernos se dispersaron por Asia. Además, el científico agrega que su importancia y valor apenas comienzan a ser reconocidos.La cueva de Tam Pà Ling.
La cueva de Tam Pà Ling es objeto de controversia desde su primera excavación en 2009, cuando en su interior se localizó un cráneo y una mandíbula. Aunque abundan las evidencias de los primeros viajes del Homo sapiens desde África hacia el sudeste de Asia, la mayoría se concentran en regiones insulares como Borneo, Sumatra y Filipinas. Tras la identificación, se concluyó que el cráneo y la mandíbula localizados en la cueva pertenecieron a un Homo sapiens que migró por la región.
Y aunque se trató de un hallazgo significativo, quedó una pregunta en el aire: ¿en qué momento se produjo esta migración? Dado que los fósiles están protegidos por la ley de Laos debido a la importancia de la región como Patrimonio Mundial, los científicos no pueden hacer una datación directa. Entonces, optaron por una datación de sedimentos mediante la técnica de luminiscencia.
Esta técnica se basa en la capacidad de ciertos minerales para acumular energía a lo largo del tiempo, misma que se libera en forma de luz cuando reciben un estímulo. Al analizar los sedimentos en Tam Pà Ling, los científicos establecieron una antigüedad mínima de 46,000 años para estos restos fósiles. Dicha cronología encaja con el momento esperado de la llegada de los Homo sapiens al sudeste de Asia, lo que proporciona una importante pieza del rompecabezas en la historia de la migración humana. Pero, este hallazgo solo era la punta del iceberg.
Travesía por Sudeste Asiático.
Entre 2010 y 2023, las excavaciones revelaron un creciente conjunto de pruebas que sugerían que los seres humanos pasaron por esta cueva en su camino hacia Australia. Los arqueólogos descubrieron siete fragmentos de esqueletos humanos en intervalos de 4.5 metros de sedimento. En este nuevo estudio, los investigadores superaron los desafíos asociados aplicando de manera ingeniosa técnicas alternativas de datación. Como la datación uranio-torio para una estalactita que estaba sepultada entre los sedimentos, así como la combinación de la misma técnica con la resonancia paramagnética electrónica.
Renaud Joannes-Boyau, geocronólogo y profesor asociado de la Universidad Southern Cross en Australia, explicó: “Gracias a la datación directa de los restos fósiles, confirmamos la secuencia de edades obtenida a través de la luminiscencia. Esto permitió proponer una cronología integral y confiable para la presencia del Homo sapiens en Tam Pà Ling”.
Esta nueva cronología sugiere que los seres humanos habitaron esta región durante más de 56 mil años. Además, la antigüedad de un fósil desenterrado a siete metros de profundidad, un fragmento de hueso de pierna, tiende una clara línea temporal para la llegada del hombre moderno a esta región. Dicho evento sucedió entre 86 mil y 68 mil años en el pasado.
Presencia humana hace 56 mil años.
Es una propuesta que retrasa la llegada del Homo sapiens al sudeste de Asia continental aproximadamente 40 mil años. Sin embargo, según la genética, estas primeras migraciones no contribuyeron significativamente a nuestras poblaciones modernas. “Este artículo es realmente decisivo para respaldar las pruebas de Tam Pà Ling”, dice la geocronóloga Kira Westaway, de la Universidad Macquarie. “Finalmente, disponemos de suficientes pruebas de datación para afirmar con seguridad el momento en que el Homo sapiens llegó a esta área, cuánto tiempo tuvo presencia y qué ruta pudo seguir”.
La cueva Tam Pà Ling se encuentra muy cerca de la recientemente descubierta Cueva Cobra, otra región habitada por los denisovanos hace aproximadamente 70 mil años. Pese a la falta de evidencia previa sobre una llegada temprana al sudeste de Asia continental, es posible que esta región fuera la ruta de dispersión utilizada por los ancestros homínidos mucho antes de la presencia del Homo sapiens.
Nota cortesia de Don Palurdotl Mojadus Cornudus
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