Un grupo cada vez mayor de individuos en la Tierra cree que provienen de otros planetas, sistemas estelares o galaxias. Se trata de las semillas estelares, también conocidas como “starseeds” en inglés. De acuerdo con esta ideología, estas personas serían almas que encarnaron en cuerpos humanos con la misión de ayudar a la humanidad en su proceso de evolución espiritual.
Las semillas estelares se consideran poseedoras de habilidades especiales, como una mayor capacidad psíquica, intuición, creatividad y sensibilidad. También creen que su misión en la vida es curar al planeta y guiar a la humanidad a la edad de oro, un período de intensa prosperidad, felicidad y realización para la población mundial.
Aunque la creencia en las semillas estelares no está respaldada por la ciencia convencional, muchas personas encuentran consuelo en la sola posibilidad de pertenecer a algo más grande que ellos mismos. Una breve consulta en Internet arroja más de cuatro millones de resultados sobre el tema. Además, en redes sociales abundan los videos de personas que creen provenir de otro mundo.
El concepto de las semillas estelares.
Contrario al concepto tradicional de reencarnación, las semillas estelares consideran que despertaron de otro planeta para nacer en la Tierra. Serían una especie de puente entre los reinos divinos y nuestro mundo, capaces de transportarse por todo el Universo gracias a la meditación. Además, las semillas estelares también creen tener la capacidad de comunicarse en un “lenguaje de luz”, una forma de comunicación que sortea todas las limitaciones físicas y a menudo se refiere como el lenguaje del alma.
Uno de los pioneros en el tema era Brad Steiger (1936-2018), un prolífico escritor y ufólogo estadounidense, conocido por sus investigaciones y libros sobre ovnis, extraterrestres, vida después de la muerte, fenómenos paranormales y espiritualidad. En 1976 publicó Gods of Aquarius, un libro que explora la idea de que la humanidad está experimentando un cambio evolutivo hacia un nuevo estado de conciencia. Transformación que es impulsada por fuerzas cósmicas y espirituales.
Steiger argumenta que los seres humanos son ayudados en este proceso de cambio por seres avanzados de otros planetas y dimensiones, a los que llama “dioses” o “maestros ascendidos”. Estos seres cósmicos tienen la capacidad de influir en el desarrollo humano y de guiar a la humanidad hacia una nueva era de paz, amor y sabiduría.
¿Cómo saber si se es una semilla estelar?
Se cree que existen múltiples formas de averiguar si se es una semilla estelar. Uno de los primeros indicios es un sentimiento de falta de pertenencia y la constante búsqueda por el sentido de la vida. La espiritualidad y una fuerte intuición también son cualidades de las semillas estelares. Son personas sensibles que destacan por su empatía, aunque también manifiestan más problemas de salud física y mental.
Esto último presuntamente porque sus almas no están acostumbradas a su cuerpo humano. Aunque su intención es contribuir al desarrollo de la humanidad, las semillas estelares terminan abrumadas por el estilo de vida de los humanos. Y la única forma de recuperarse de eso es pasando tiempo a solas.
Los adeptos a esta idea también señalan que las semillas estelares poseen el deseo nato por conocer nuevas culturas, experiencias que contribuyen a formular nueva información sobre la existencia. Entre esos postulados destacan las teorías de conspiración sobre la sociedad, ideas sobre antiguos alienígenas y civilizaciones, así como intervenciones holísticas en la salud.
La ciencia y el fenómeno de las semillas estelares.
Muchas personas encuentran coincidencias de su vida con la anterior descripción. Por ejemplo, la mayoría se identifica con esa búsqueda incesante por el sentido de la vida, además de sentirse excluidas como si no pertenecieran a este lugar. Para la ciencia, el sentimiento de no pertenencia está íntimamente ligado a la depresión.
Pero, si carecemos de evidencia alguna sobre la existencia de vida más allá de la Tierra. ¿Qué provoca que estas personas lleguen a la conclusión de que son de otro mundo?
El efecto Forer.
El psicólogo estadounidense Bertram Forer desarrolló una prueba de personalidad conocida como “el efecto Forer”. En 1949, Forer realizó un experimento en el que les dio a sus estudiantes de psicología un cuestionario de personalidad y luego les entregó una supuesta “lectura de personalidad” basada en sus respuestas.
Sin embargo, la lectura era en realidad una lista de declaraciones generales y vagas que podrían aplicarse a casi cualquier persona, como los horóscopos. A pesar de que las declaraciones eran vagas e inespecíficas, los estudiantes calificaron la lectura como altamente precisa y relevante para ellos mismos.
El efecto Forer demuestra cómo las personas son susceptibles a aceptar información vaga y general como altamente precisa y personalizada. Dicho fenómeno también es conocido como el efecto Barnum en honor a P.T. Barnum. Este famoso showman y empresario afirmaba que “un tonto nace cada minuto” y gracias a ello se beneficiaba de la credulidad de las personas.
Ideas de la Nueva Era.
El concepto de las semillas estelares sería un conjunto de creencias de la Nueva Era. De hecho, originalmente el término refería a las prácticas espirituales alternativas que surgieron en la década de 1970. Y aunque cada creencia de la Nueva Era resulta diferente, la mayoría tienen cosas en común: el enfoque en la espiritualidad y la existencia en términos universales.
Así nacieron las habilidades psíquicas, la cura energética y los poderes de los cristales. Frecuentemente se habla de reencarnación, karma y la posibilidad de alcanzar un nivel elevado de conciencia. La desconfianza en la ciencia y las dudas sobre las percepciones convencionales de la realidad impulsan el apoyo a las creencias de la Nueva Era. También contribuye el cinismo con que se maneja la sociedad moderna y ese intento por encontrar un sentido a la vida.
Determinados rasgos de personalidad también pueden orillar a las personas a creer en el concepto de semillas estelares. Por ejemplo, si una persona es propensa a soñar despierta y suele mezclar eventos imaginarios con la realidad, fácilmente encuentra en la teoría de la conciencia extraterrestre un razonamiento profundo y deseable.
Entre la realidad y la fantasía.
Para los psicólogos, este fenómeno se conoce como error de supervisión de la fuente, una especie de falla en la memoria inconsciente a través de la cual una persona confunde lo que es real y preciso con lo que es irreal e imaginario.
Esto se ve mucho en los casos de esquizofrenia. De hecho, algunas investigaciones encontraron vínculos entre el trastorno esquizotípico de la personalidad y la creencia en teorías de conspiración. Otro efecto que puede impulsar este sistema de creencias se conoce como confusión ontológica.
Confusión ontológica
Este concepto, utilizado tanto en la filosofía como en la psicología transpersonal, describe una situación en la que una persona se identifica con un aspecto particular de su experiencia o de su identidad, y lo toma como si fuera su totalidad o su verdadera naturaleza.
La confusión surge cuando una persona se identifica con una idea, un papel, una emoción, una conducta, una creencia, una posición social, un objeto material, o cualquier otro aspecto de su experiencia, y lo considera como si fuera su verdadera identidad, su esencia o su ser. Por ejemplo, una persona que se identifica con su trabajo, su cuerpo, sus emociones, su religión o su nacionalidad, y que no se da cuenta de que estas identificaciones son limitadas y condicionadas.
A menudo, la confusión ontológica aparece cuando no se logra discernir entre declaraciones metafóricas y factuales. En esos casos, es mucho más probable que las personas terminen creyendo en teorías pseudocientíficas. Esto resulta particularmente verdadero cuando la información proviene de una fuente considerada confiable y experimentada.
Nota cortesia de Monita Maussan de otro planeta
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