Los registros históricos refieren a Pauline Jaricot como una mujer con un padecimiento cardíaco grave. Existen ciertos indicios de que pudo sufrir de una arritmia o insuficiencia cardíaca. Sin embargo, un reciente análisis a su corazón, preservado desde el siglo XIX, no encontró evidencia de alguna enfermedad que comprometieran la salud del órgano. La santa francesa fue beatificada por el Papa Francisco recién en 2022.
Pauline Marie Jaricot murió el 9 de enero de 1862 en Lyon, Francia. Sin embargo, en 1889 el corazón preservado de la beata se trasladó a la arquidiócesis de la ciudad y posteriormente a la iglesia de Saint-Polycarpe. El órgano se ha mantenido en este lugar desde entonces, en una sección de la capilla de Saint François-Xavier.
El corazón preservado de Pauline Jaricot.
Con motivo de la reciente beatificación, la Iglesia Católica solicitó a un grupo de científicos examinar el corazón de Pauline Jaricot. Y tras conocerse los resultados, algunos miembros del clero vieron en la ausencia de una enfermedad cardíaca las señales de un milagro. Los católicos señalan que en 1837 una visita del papa Gregorio XVI la habría “curado milagrosamente”.
Más allá de estas suposiciones, está bien documentado que Jaricot sufrió problemas de salud prácticamente durante toda su vida. “Pasó por un aneurisma muy característico, complicado por un padecimiento de índole desconocido para la ciencia”, señalan los investigadores. “Por sus venas no circulaba suficiente sangre que explicara el prolongamiento de su vida”, agregan.
Ya muy enferma, Pauline Jaricot viajó a Roma en 1835, donde tuvo la oportunidad de visitar al papa. Según los documentos escritos, la mujer sufría dolorosas palpitaciones, sentía un cansancio extremo y lucía extremadamente delgada. Pero, dos semanas después de encontrarse con el sumo pontífice y contra todo pronóstico médico, la misionera sanó.
Por ese entonces ya se encontraba honrando a Santa Filomena en la localidad de Mugnano, al noreste de Nápoles, en Italia. Jaricot trasladó personalmente las reliquias de esta santa de vuelta al vicario de Ars, en Lyon.
En los años posteriores a su misteriosa sanación, se hace referencia a la inflamación de sus pies y piernas. Además, pasó los últimos dos meses de su vida particularmente enferma. Por ese entonces se le formó una llaga en el pecho y tosía sangre. Después de su muerte, decidieron retirarle el corazón.
El análisis científico al corazón de Pauline Jaricot.
El objetivo del análisis científico conducido por los investigadores franceses era obtener una mejor comprensión de las condiciones en que murió Pauline Jaricot. Esto en el marco del proceso que se siguen para santificar a la francesa. “Como la religión y los milagros siempre estuvieron envueltos por un velo de misterio, muchos examinaron y aún cuestionan la autenticidad de las reliquias que se presentan como sagradas”, advierten los investigadores.
Mediante una serie de exámenes espectrométricos y macroscópicos, los científicos concluyeron que “no existe evidencia alguna que sugiera un padecimiento cardíaco como causa de muerte”. Además, no encontraron vestigios de que el corazón hubiera pasado por un proceso de embalsamamiento, mucho menos señales de tuberculosis o formaciones tumorales.
Hasta 1935, los restos mortales de Pauline Jaricot descansaban sin el corazón en la tumba familiar del cementerio de Loyasse. Año en que fueron trasladados a la iglesia de Saint-Nizier. Hasta 1963, el entonces papa Juan XXIII declara a Jaricot como “venerable”. Tendrían que pasar más de cinco décadas y varios milagros para que iniciaran el proceso hacia la santificación.
El milagro a Mayline Tran.
En 2012, año del jubileo de Pauline Jaricot, marcando el 150° aniversario de su fallecimiento, una pequeña de 3 años llamada Mayline Tran perdió el conocimiento tras atragantarse mientras comía. Tras varios paros cardíacos, la pequeña Mayline quedó hospitalizada en Lyon en un estado crítico.
Según el diagnóstico médico, el coma en el que entró derivado del trauma era irreversible y aseguraron que su condición parecía irrecuperable. Por aquella época, iniciaron una novena en honor a Pauline Jaricot. Inexplicablemente, Mayline Tran empezó a mejorar paulatinamente. Para el 26 de mayo de 2020, el Vaticano reconoció el milagro de Pauline Jaricot y la beatificaron el 22 de mayo de 2022, en Lyon.
¿Quién era Pauline Jaricot?
La historia sobre esta santa asegura que, cuando tenía 16 años, escuchó un sermón en Saint-Nizier que le cambió la vida. A partir de ese momento la adolescente decidió entregar su vida a Dios. Quemó las novelas románticas que coleccionaba, abandonó las canciones que hablaban sobre el amor, se deshizo de sus joyas, también de sus vestidos más bellos y empezó a vivir como una proletaria. Eventualmente, pasó su vida entera como misionera.
El canciller de la diócesis de Lyon, Robert Poinard, dice que este hallazgo sobre el corazón de la santa resulta “importante para la fe católica, pues el culto hacia los santos está profundamente ligado a la conservación excepcional de ciertas reliquias”. Y es que, para muchos fieles, estas son señales de santidad.
El estudio del tejido estuvo a cargo de investigadores del Musée du Quai Branly, Universidad de París Cité y la Universidad Paris-Saclay. Además, los hallazgos se publicaron en la última edición de la revista International Journal of Molecular Sciences.
Nota cortesia del padre Ramon Cruz
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