En lugar de salir a la calle, los limosneros de Indonesia están digitalizando el negocio en diversas plataformas sociales. Ahora, la mendicidad evolucionó a clips de TikTok donde estos individuos solicitan regalos virtuales a la audiencia. La limosna se ha generalizado tanto en esta plataforma de videos cortos, que el gobierno indonesio tuvo que intervenir.
Tri Rismaharini, Ministro Social del país asiático, solicitó a sus subalternos aumentar los esfuerzos para prevenir la mendicidad tanto en Internet como en las calles. Por otro lado, los grupos musulmanes apelaron a la sociedad en general para que “dejen de mendigar y pedir bienes o dinero”. Sobre todo, porque la actividad está prohíba dentro del islam, al considerar que “degrada el honor humano”.
Pero, dichas iniciativas han tenido poco o ningún efecto entre la ola de mendigos que inundó TikTok para solicitar regalos. Y es que en Indonesia la plataforma de videos propiedad de Byte Dance permite el intercambio de regalos virtuales por dinero real. Basta con que los creadores de contenido cuenten con al menos 1000 seguidores.
Y una vez que acceden a la función de monetización, pueden recibir obsequios virtuales que después intercambian por dinero real. Esta función está disponible en muchas otras plataformas de redes sociales, pero la popularidad y capacidad de viralización de TikTok la vuelve perfecta para pedir limosna.
Mendicidad digital.
En lugar de salir a la calle y correr toda clase de riesgos para pedir limosna a transeúntes generosos, los mendigos del TikTok solo se graban a sí mismos. A menudo, en las imágenes se les observa realizando actos que provocan lástima. Y una vez que el contenido empieza a consumirse, se limitan a ver cómo fluye el dinero a sus cuentas.
Entre las tendencias más populares socorridas por estos mendigos, especialmente entre las ancianas, destaca la de echarse lodo sobre el cuerpo mientras apelan a la generosidad de la audiencia. Estos espectáculos “humillantes” pueden extenderse por horas y aparentemente resultan muy lucrativos dada la popularidad de los baños con lodo.
Desafortunadamente para estos limosneros, el gobierno indonesio empezó a implementar medidas más severas contra la mendicidad digital y solicitó a TikTok eliminar y prohibir los baños de lodo. Pese a esto, los expertos consideran que la tendencia seguirá vigente mientras la audiencia siga creyendo que hace bien entregando dinero directamente a los mendigos.
“En Internet, la forma en que se proporciona ayuda no se siente como si estuviéramos ayudando realmente. Por ejemplo, entregando obsequios, mejoras o insignias. Y es que estos regalos pueden capitalizarse de muchas formas por los individuos que solicitan la ayuda”, señala Devie Rahmawati, socióloga de la Universidad de Indonesia.
Dato curioso: Indonesia es el segundo país con mayor cantidad de usuarios en TikTok con 99.1 millones. Los únicos que los superan son los estadounidenses.
Nota cortesia de la Abuelite machorre de Don Humberto Cruz
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