La cultura japonesa es tan peculiar que muchos terminan cautivados. Especialmente cuando hablamos del estilo de vida de los nipones, que a menudo provoca ganas de experimentarlo en primera persona viviendo un tiempo por allá. Aunque la extensión territorial de este país insular es reducida, comparada con países como México, su densidad de población es considerablemente alta.
Un dato curioso sobre Japón es que su población supera en más de tres veces a la de Canadá, el segundo país más grande del planeta. Rusia, que es el país con mayor extensión territorial, cuenta con apenas 20 millones más de habitantes que Japón. Esto provoca que el costo de la vivienda no sea tan accesible, aunque existen opciones mucho más económicas. Siempre y cuando no creas en fenómenos paranormales.
¿Qué es Jiko Bukken?
Los japoneses emplean el término Jiko Bukken para referirse a esta clase de vivienda. Traducido como “propiedad estigmatizada”, define un tipo especial de inmueble disponible para alquiler, con el peculiar detalle de que allí sucedió una muerte miserable. Esa clase de muerte traumatizante donde la persona muere en soledad, asesinada o por suicidio.
La cultura del terror en Japón es tan vasta que, según las creencias, es a través de estas trágicas muertes que surgen los Yurei, un tipo de fantasma sumamente aterrador. Si el tema te resulta familiar, es porque en occidente se popularizó a través de Ju-on: El grito y su eventual remake estadounidense.
Para entender mejor el concepto de Jiko Bukken, analicemos el término “estigma”: palabra generalmente asociada a marcas, heridas y/o cicatrices. Para ciertas religiones, especialmente el catolicismo, los estigmas son vistos como un tipo de milagro. Sobretodo cuando aparece una persona con marcas en las palmas de las manos, que remiten a las heridas sufridas por Jesús en la crucifixión. Aunque, en el caso de los nipones lo que presenta estas heridas es el inmueble.
Las casas embrujadas en Japón.
El tema de las casas embrujadas no es nuevo y está presente en muchas culturas alrededor del mundo. De hecho, buena parte del cine de terror comienza con una familia llegando a una propiedad, donde se les advierte que allí sucedió algo trágico. Esta “notificación” en realidad es un procedimiento rutinario y exigido por la ley de diversos países.
Tras la muerte de un individuo en un inmueble, el marco legal japonés exige que se notifique al primer arrendatario lo que sucedió en la vivienda. Aunque el segundo ya no se entera de nada. Todavía me pregunto por qué no se ha implementado un marco legal similar en México. Quizá es porque en Japón han montado un jugoso negocio en torno a este tema.
De hecho, algunos sitios se especializan en marcar sobre los mapas aquellos lugares donde se suscitaron muertes trágicas. Esto promovió el surgimiento de un mercado alterno de apartamentos embrujados. Es tan real que los agentes inmobiliarios cuentan con un catálogo especial de Jiko Bukken.
Una sección donde se muestra a los interesados aquellos apartamentos disponibles donde los residentes anteriores experimentaron un final trágico. Parecerá una exageración, pero muchas de estas propiedades no se vuelven a rentar en años.
Supersticiones y Jiko Bukken.
En el video al final de este artículo tienes el caso de un apartamento que no se ha rentado en más de veinte años tras la muerte del antiguo inquilino. Es una pérdida importante de dinero para el propietario, que durante todo ese tiempo ha tenido que pagar impuestos al gobierno para mantener la propiedad.
Y aunque la superstición es algo común entre los japoneses, a muchos simplemente no les importa. Resulta mucho más atractiva la posibilidad de habitar una propiedad y pagar una renta a mitad de precio. En estos tiempos donde la cultura del horror está muy vigente, incluso existen personas que experimentan todo lo opuesto a una aversión. Individuos que pagarían un extra por vivir en un lugar que se considerado maldito o embrujado.
Nota cortesia de Marcia pellejos, la bruja de los blogs
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