A través del secuenciamiento genético de los koalas, lograron descubrir cómo es que logran alimentarse, esencialmente, de veneno. Y la información también podría resultar útil en los esfuerzos para evitar su extinción. Estos animales se distinguen por su apariencia curiosa, y subsisten principalmente por una dieta a base de hojas de eucalipto que, para la mayoría de mamíferos, contienen suficientes sustancias tóxicas como para provocar la muerte. Sin embargo, misteriosamente para los koalas esto no representa un inconveniente.
Un regalo evolutivo.
¿Has imaginado lo útil que sería poder determinar el contenido nutricional de cualquier alimento simplemente con una lamida? Pues precisamente los koalas tienen esta habilidad.
Al determinar los genes que se encuentran activos en el hígado, corazón y otros tejidos, los investigadores encontraron que los koalas tienen una copia extra de un gen que los ayuda a evaluar el contenido de agua y el valor nutricional de una hoja a través de una simple lambida. De esta forma, estos animales son capaces de determinar cuáles alimentos son los más beneficiosos para su dieta.
Sin embargo, todavía surge la pregunta: ¿a pesar de tener una lengua tan precisa, porqué seguir comiendo un alimento que suele ser tóxico? En la investigación también encontraron la respuesta: por primera vez, lograron identificar los genes que se encargan de desintoxicar el hígado de los koalas, una característica que probablemente fue un obsequio de la evolución. Dado que su hígado se hizo capaz de procesar sustancias tóxicas para otras especies, los eucaliptos terminaron convirtiéndose en una comida exclusiva para los koalas, una auténtica ventaja a la hora de alimentarse pues no tienen que pelearse con otros animales.
Poderosos y frágiles al mismo tiempo.
Sin embargo, a pesar de estos superpoderes los koalas son animales frágiles. Se encuentran en la lista de especies en peligro de extinción, sobre todo por las enfermedades que padecen y los incendios forestales que terminan destruyendo sus hábitats. Pese a que les otorgó una ventaja evolutiva, su dieta los hace vulnerables a la desaparición de los bosques de eucalipto, que desaparecen paulatinamente debido al cambio climático y a la tala inmoderada.
Además, estos animales sufren terriblemente los brotes de clamidia. Esta enfermedad de transmisión sexual afecta a un 50% de la población de koalas en Australia. Aparte de su letalidad, la enfermedad suele dejarlos ciegos e infértiles.
La buena noticia es que este secuenciamiento genético también podría ayudar a rescatar la especie. Toda la información recabada en esta investigación se utilizará para desarrollar nuevas vacunas para los animales, principalmente para combatir el problema de la clamidia. Además, el mapeo del genoma podría ayudar a los conservacionistas a la hora de evaluar el parentesco de los animales y preservar su diversidad genética.
En la actualidad, en el mundo entero existen poco más de 330,000 koalas vivos, de los cuales apenas 43,000 se encuentran en estado salvaje. La población de la especie fue devastada por el comercio de sus pieles que se suscitó entre 1879 y 1929