Ayumi Kuboki, de 31 años, era enfermera en un hospital de los suburbios de Tokio, hasta que, el pasado sábado, fue detenida acusada de asesinar a uno de los pacientes de los que cuidaba.
La mujer es sospechosa de haber introducido líquido desinfectante en la perfusión del paciente en 2016 pero, las cosas no terminan ahí, pues de acuerdo con las autoridades, Kuboki confesó haber envenenado al menos a veinte pacientes.
Al respecto, medio locales contaron que los especialistas han detectado la presencia de la sustancia tóxica en el cuerpo de unos cuatro pacientes septuagenarios y octogenarios muertos en el mismo hospital en esa época.
La enfermera quiso de esa forma determinar el momento de la muerte de sus pacientes para evitar que se produjera durante su turno, precisaron los medios.
"Explicar a las familias la muerte de un familiar me era difícil durante mis horas de trabajo", declaró a los investigadores, según informó la agencia de prensa japonesa Jiji.