Aproximadamente 20 millones de toneladas de cereales han quedado bloqueados en medio del conflicto entre Ucrania y Rusia, sin poder llegar a los puertos del país invadido, según informa el gobierno de Kiev. “No se puede utilizar el hambre de la gente como un arma de guerra” decía el representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell en referencia a esta situación, ya que lo que está provocando es encarecimiento del precio del grano a nivel mundial, lo que apunta a una posible crisis alimentaria mundial.
España lidera una iniciativa para sacar por tren alrededor de 8.000 toneladas del grano de Ucrania que no puede ser exportado debido al bloqueo provocado por la invasión rusa. El plan, en el que también participan Francia, Polonia y Luxemburgo, arrancará el próximo 15 de julio con 600 toneladas. El objetivo es sacar cereales de Ucrania por tren, trasladarlos hasta puertos españoles para almacenarlos en silos y después proceder a su exportación, según fuentes gubernamentales. Según diversos cálculos, alrededor de 20 millones de toneladas de grano permanecen bloqueadas en Ucrania. La Comisión Europea hizo una llamada a los socios comunitarios para que intentaran colaborar en la solución de este problema.
El conflicto en Ucrania provoca daños colaterales en otras partes del mundo. El precio del trigo y otros alimentos básicos se dispara, lo que significa una amenaza para las personas más pobres de países en desarrollo.
El precio del trigo sube cada día hasta alcanzar sus máximos históricos. En la bolsa de valores de Chicago, el lugar más importante para el comercio de los productos agrícolas, el trigo vale ahora un 50% más de lo que costaba antes del ataque ruso a Ucrania.
La razón del enorme aumento de los precios se debe a que ambas partes del conflicto, Rusia y Ucrania, se encuentran entre los mayores exportadores de trigo del mundo. "Rusia y Ucrania juntas tienen una enorme cuota de aproximadamente un tercio", dijo a DW el economista agrícola Matin Qaim, director del Centro de Investigación para el Desarrollo, de la ciudad alemana de Bonn.
Rusia es, por lejos, el mayor exportador de trigo en el mundo. Es seguido por EE. UU., Canadá, Francia y Ucrania que ocupa el quinto lugar. La mayor parte del grano procedente de Rusia y de Ucraniase exporta en verano y otoño, "así que los grandes problemas aún están por llegar", previó Qaim. La guerra no solo dificulta la exportación del grano, y si se prolonga por mucho tiempo, la siembra y la cosecha no serán posibles en Ucrania como era habitualmente.
Los países en desarrollo son dependientes
Este conflicto hará que el precio del trigo suba aún más, lo que provocará un gran problema para otros países en desarrollo que dependen de las importaciones de este tipo de alimentos: "Países como Líbano o Egipto importan la mayor parte de sus alimentos básicos, a menudo entre el 70% y el 90%", aseguró Qaim.
Kenia también depende de las importaciones de trigo. "El 80% del trigo de Kenia es importado. Solo el 20% se cultiva allí. Importamos de varios países, entre ellos Rusia y Ucrania. Lo que está ocurriendo allí ahora -en Ucrania- colapsará las cadenas de suministro", dijo el economista keniano Ken Gichinga a un medio alemán. Turquía también depende en gran medida de las importaciones de trigo.
La hambruna será mayor
El trigo no es el único producto alimenticio importante que Rusia y Ucrania importan. En el caso del maíz y la cebada, corresponde a casi el 20%, y en el del aceite de girasol llega hasta el 80%.
"Vemos el aumento de precios, no solo del trigo, sino también de otros alimentos", añadió el economista Qaim. Para los pobres de los países en desarrollo, el aumento de los precios de los alimentos significa sobre todo una cosa: hambruna.
Es cierto que algunos países como la India y China todavía tienen grandes reservas de trigo. Sin embargo, eso no sería suficiente para compensar las partes de Rusia y Ucrania.
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