El paso del tiempo es una consecuencia ineludible de la vida. Ni siquiera los perros, nuestros más fieles compañeros, están exentos de envejecer. Aunque sabemos muy poco sobre el aspecto mental del envejecimiento canino, es una condición evidente. Una etapa en la vida del animal que se caracteriza por la falta de disposición física.
Buscando prolongar el tiempo de vida saludable en los perros, un grupo de investigación planeó un estudio para averiguar la relación entre el bienestar del animal y la frecuencia con que se le alimenta. El estudio concluyó que los perros que son alimentados más veces al día obtienen los peores resultados en exámenes de salud. De hecho, aquellos que solo comen una vez al día envejecen con una mejor salud.
El bienestar de los perros y la frecuencia de alimentación.
La información analizada provino del Dog Aging Project, un estudio a largo plazo conducido por la Universidad de Washington. Esta investigación recopila diversa información sobre los perros a través de sus dueños, y busca una mejor comprensión sobre el envejecimiento de estos animales.
El análisis se basó en la rutina alimentaria de más de diez mil perros, de diversas razas y edades, sobre los que se compararon los informes de salud correspondientes. Sus dueños proporcionaron información sobre su horario de alimentación, comportamiento y diversas experiencias. En algunos casos los investigadores llegaron a recolectar muestras de saliva.
Como resultado, los científicos observaron una clara relación entre la frecuencia de alimentación y la probabilidad de desarrollar múltiples enfermedades. Incluidos padecimientos del hígado, páncreas y riñones, así como condiciones dentales y ortopédicas. La misma relación se manifestó en la presencia de disfunción cognitiva. Esta última es una condición vinculada a alteraciones neurodegenerativas en el cerebro del animal, similar al Alzheimer en humanos.
¿Alimentar a los perros una o dos veces al día?
Pese al optimismo en los hallazgos, los investigadores advierten que la investigación tiene varias lagunas. Emily Bray, autora principal del estudio, señaló la falta de causalidad. Y es que con un simple análisis de datos es imposible identificar el fenómeno biológico detrás de los resultados estadísticos.
“Lo consideramos un generador de hipótesis intrigante en nuestra primera etapa, pero se requiere más investigación”, comentó en su perfil de Twitter. Por supuesto, los responsables advierten que, hasta ahora, no recomiendan ninguna dieta específica para los perros. “Pese a esto, si los resultados se apoyan con estudios futuros, es recomendable revisar la recomendación general de alimentar a los perros adultos dos veces por día”, concluyen.
Parece que Firulais tendrá que aguantarse las ganas de comer por mucho que mueva el rabo y haga ojos. Después de todo, es lo mejor para él.
Nota Cortesia de Juan Topo Reyes
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