jueves, 12 de mayo de 2016

Joven de 15 años descubre antigua ciudad maya desde su casa

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¿Recuerdas qué estabas haciendo a los 15 años? Probablemente te divertías escuchando algunas bandas que hoy te dan vergüenza, ibas al cine los fines de semana y quizá ni siquiera te preocupabas por la Universidad que todavía te quedaba muy lejos. Entonces quizá te interese saber que, a esa misma edad, el canadiense William Gadoury hizo algo genial: encontró una antigua ciudad maya escondida en el bosque de la península de Yucatán, reveló una importante relación entre esta civilización y las estrellas y, para lograr todo esto, ni siquiera tuvo que salir de casa.
Sin embargo, el descubrimiento de William no fue casualidad: el jovencito es un apasionado de la cultura maya desde los 12 años, edad a la que empezó a estudiar todo lo que podía sobre ella. Y entre más aprendía, más le intrigaba la localización de las ciudades de esta cultura: contrario a lo que hicieron otras civilizaciones antiguas, como la egipcia, los mayas levantaban ciudades lejos de los ríos. En general, los ríos funcionan como proveedores de alimento, agua y locomoción, pero los mayas vivían lejos de estos cuerpos de agua – y hasta ahora, nadie sabía muy bien las razones.
Para ofrecer una solución al misterio, William comparó un mapa celeste de los mayas – constituido por 23 constelaciones – con las 117 ciudades ya conocidas. Y… ¡eureka!: cada estrella en el mapa indicaba la localización precisa de una ciudad correspondiente – las más brillantes se correspondían con las ciudades más grandes, las menos brillantes con las más pequeñas. Esta relación fue pasada por alto a través de décadas de estudios.
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Pero William, como cualquier genio que se precie, no quedó satisfecho con el descubrimiento. Y es que una de las constelaciones, formada por tres estrellas, solo tenía dos ciudades correspondientes – es decir, faltaba una ciudad en el mapa. Según los cálculos del muchacho, la misteriosa ciudad debería ubicarse en algún lugar en el medio de la selva, en la península de Yucatán, en el sureste de México, en territorio de Belice – un lugar que, para William, era imposible visitar.
Pero el muchacho no se rindió, abrió Google Earth, observó el área, y notó algún tipo de construcción. Esa misma semana, William presentó su hipótesis a la Agencia Espacial Canadiense que, con la colaboración de la NASA y la Agencia Espacial Japonesa, confirmó que las imágenes encontradas por William mostraban algo parecido a una pirámide y otras construcciones más pequeñas. Radiante, el muchacho bautizó su descubrimiento K’AAK’ CHI’, o “Boca de Fuego” – ¡y aguas!: si el adolescente está en lo correcto, esta sería la quinta mayor ciudad maya descubierta a la fecha.
Sí, “si estuviera en lo correcto”. Por más que las estrellas y las imágenes de satélite parezcan pruebas indiscutibles, todavía no es posible afirmar con seguridad que K’AAK’ CHI’ existe. Por eso, arqueólogos de la Universidad de New Brunswick, en Canadá, están planeando hacer una expedición a Yucatán, aunque aún no hay fecha ni patrocinadores. Si es que se llega a establecer una fecha y un patrocinador, William se estaría estrenando como geólogo en una tierra que exploró desde la distancia – como nadie antes lo había hecho – durante los últimos tres años.
ubicacion ciudad maya