¿Le caes bien a tu gato? Esta es una pregunta que hasta el más apasionado por los gatos se hizo alguna vez en la vida. Especialmente cuando te despiertan por la madrugada con una sinfonía de maullidos. Gracias a diversos estudios, hoy sabemos que esa reputación de mascotas frías y desinteresadas que les han adjudicado es injusta.
El secreto para saber si le caes bien a tu gato.
A diferencia de los perros, los gatos simplemente son más independientes y eso se debe a su ascendencia evolutiva. Los ancestros de esos gatos que hoy llenan nuestra ropa de pelos no se organizaban en grupos sociales, como lo hacían los perros. Pero, conforme los domesticamos adquirieron la capacidad de entablar relaciones sociales. Y no solo con otros de su misma especie, también con los humanos.
Es evidente que la sensación de seguridad percibida por un gato no depende de la confianza en el humano, cosa que sucede mucho con los perros. Pero, la mayoría de los gatos demuestran afecto hacia sus dueños y le otorgan un alto valor a su compañía. En parte, esta cercanía a los humanos está influenciada por sus experiencias de ser manipulados por personas cuando todavía eran crías.
De hecho, los gatos muestran la misma respuesta emocional hacia los humanos y sus compañeros felinos. Entonces, el secreto para saber si le caes bien a tu gato reside en la forma que interactúa contigo
¿Qué significa el comportamiento de los gatos?
Para sus antepasados salvajes, la capacidad de comunicarse con otros gatos a grandes distancias era una ventaja. Es un «súper sentido» que la evolución no les ha quitado y confían fuertemente en esta forma de comunicación. Sobre todo, cuando se trata del “perfil de aroma grupal” que los gatos elaboran para identificar a los miembros de su grupo social o familia.
En estos animales encontramos abundantes glándulas olfativas a los costados, en la cabeza y cerca de sus orejas. Por eso, a menudo frotan la cabeza contras individuos y objetos que les resultan familiares y reconfortantes. Cuando un gato te frota las piernas con su cabeza, realmente te está identificando como miembro de su grupo y esto es un enorme cumplido.
Una de las formas más obvias de saber si le caes bien a tu gato es la forma en que te saluda. Cuando los gatos saludan a miembros de su grupo, manifiestan señales de afecto y el deseo de aproximarse. Un comportamiento que también se observa durante la interacción con humanos. Cuando un gato se aproxima con la cola erguida, sus intenciones son pacíficas y amigables.
Es una señal de familiaridad, confianza y afecto. Algunos gatos dibujan con la cola un signo de interrogación para saludar a aquellos que les caen bien o para mostrar sus intenciones de jugar. Otras veces, los gatos entrelazan sus colas como señal de amistad. Y como los humanos no tenemos cola, los peludos enredan sus colas en nuestros tobillos para hacer esta señal.
Otras muestras de afecto hacia los humanos.
Rodar boca arriba y exponer la vulnerabilidad del vientre es otro gesto que demuestra una enorme confianza del gato hacia una persona. Pese a esto, es importante aclarar que no es una invitación a que lo acaricies. Sobre todo porque los gatos prefieren que frotes la zona de la cabeza y el cuello. Frecuentemente, cualquier intento de acariciar la barriga de un gato termina en mordidas, arañazos o la huida del animal.
El saludo con un maullido es una especie de «hola» que los gatos reservan para sus individuos preferidos. Entonces, si un gato te recibe de esta forma puedes estar seguro de que se siente satisfecho por verte. Cuando un gato golpea la parte trasera de la rodilla, también puede tratarse de una señal de que siente un vínculo estrecho contigo.
Otra forma «secreta» de mostrarte afecto es la forma en que te mira. Durante un encuentro con humanos extraños o gatos desconocidos, el saludo suele incluir una mirada fija y sin parpadeos. Por otro lado, con aquellos gatos con los que tiene una buena relación es probable que parpadee casi en cámara lenta. Cosa que también hace con los humanos.
La evidencia apunta a que el parpadeo lento en un gato está asociado con un estado emocional de relajación. Esto puede ser un indicio de confianza, satisfacción y afecto, semejante a la sonrisa humana. Si deseas devolver el cumplido, solo parpadea o entrecierra los ojos lentamente y el gato quizás te responda.
Cuando se trata del espacio personal, los gatos son muy quisquillosos y odian que agentes externos lo invadan. Si un gato te permite acercarte, es evidente que siente un vínculo cercano, particularmente cuando este contacto es frecuente o duradero. Y si se acurruca sobre ti para echar una siesta, es una señal de profunda confianza que solo se ve entre gatos con una relación fraternal. Otra señal de afecto es cuando lame tu mano o cara.
Nota cortesia de Padme
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