Cuando las cosas se ponen difíciles, muchas veces tendemos a la desesperación y el abandono. Por eso, aquí tienes algunas formas de tranquilizarte en caso de que estés pasando por alguna situación complicada. Muchas veces, si controlas tu mente te será más fácil controlar tu vida.
Camina.
Caminar te ayudará a despejar tu mente y proporcionará una perspectiva diferente de la situación.
Complácete a ti mismo.
Tómate un día libre y dedícalo exclusivamente a hacer eso que tanto te gusta.
Se generoso.
Regala algo a un completo extraño. A menudo, los actos de bondad propician que experimentemos un regocijo interior.
Asimila las cosas que te rodean.
Ve a una cafetería o una calle muy concurrida y empápate del lugar. No es necesario que hables con las personas.
Infórmate.
Investiga de qué se trata aquello que estás experimentando. Ármate a ti mismo con el conocimiento y los recursos para hacer frente a los problemas que te aquejan.
Prepárate.
Escribe una lista de las cosas que debes hacer la noche anterior.
Fortalezas.
Escribe en una lista de 20 fortalezas que poseas.
Sigue adelante.
Aunque sea con pequeños pasos, sigue adelante. Estancarte no te servirá de nada.
Revive un antiguo pasatiempo.
Y si no tienes uno, busca una actividad que disfrutes mucho.
Prioriza las cosas.
Toma decisiones sobre aquello que resulta importante justo ahora. Y rechaza todas las obligaciones extras.
Duerme.
Descansa lo suficiente. Duerme de 7 a 9 horas cada noche.
Pierde un poco de sensatez.
Haz algo loco que hiciste cuando eras niño. No te tomes la vida muy en serio.
Llora.
Libera todas esas emociones acumuladas. Te sentirás mucho mejor.
Recuerda que la vida es un viaje.
No olvides que todo eso que estás pasando es temporal. Eventualmente terminará.
Nota Cortesia de Naturella
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