miércoles, 9 de noviembre de 2022

Pollo al jarabe para la tos

Cocinar pollo en jarabe para la tos(2)

 Es una muy mala idea cocinar pollo en jarabe para la tos. Y no lo digo yo, es una recomendación que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) hace a los estadounidenses. Esto como respuesta a un desafío en redes sociales que alienta a las personas a cocinar pollo y agregarle diversos medicamentos para la tos, siendo el más popular el NyQuil.

La agencia federal se sintió obligada a emitir esta advertencia para la población ante la aceptación que tiene la tendencia de Internet. En el comunicado, la FDA enfatiza que cocer pollo en jarabe para la tos es algo “tonto y poco apetecible”. Pero, también detalla la peligrosidad de la receta:

“Hervir un medicamento altera sus propiedades en formas desconocidas y aumenta la concentración. Aunque no se consuma el pollo, al inhalar los vapores durante la cocción podría ingresar un alto nivel del fármaco al organismo. También puede producir daño a los pulmones. En otras palabras, podrías ingerir una cantidad peligrosamente alta del medicamento para la tos sin siquiera darte cuenta”.

La FDA no hizo referencia sobre algún caso que resultara en el hospital tras la ingesta de “pollo en jarabe para la tos”. Sin embargo, sí habló sobre un desafío anterior en TikTok donde se instaba a los internautas a ingerir grandes dosis de difenhidramina (Benadryl), un medicamento recetado para la alergia. El objetivo era inducir alucinaciones, aunque lo único que consiguieron varios adolescentes fue terminar hospitalizados.

Cocinar pollo en jarabe para la tos: los más susceptibles.

¿Por qué es más probable que los adolescentes participen en esta clase de retos extraños y potencialmente peligrosos? Esencialmente por qué la corteza prefrontal, esa parte de nuestro cerebro que controla el pensamiento racional, no se desarrolla completamente hasta que llegamos a los 20 años.

Por eso, los adolescentes manifiestan un comportamiento más impulsivo que los adultos. Haciendo más probable que caigan en estos retos ridículos de las redes sociales, donde se recompensan los actos arriesgados y extravagantes. Difícilmente, un joven se detiene a pensar que el detergente para ropa es tóxico y que al ingerirlo puede dañarse las vías respiratorias o quemar su garganta.



O que usar indebidamente fármacos como la difenhidramina deriva en problemas cardíacos, convulsiones y el coma. Ese joven que anhela popularidad, solo enfocará su atención en las reacciones y comentarios de la gente que lo sigue. Así, no verá mayor problema en preparar pollo con un frasco de jarabe para la tos.


Nota cortesia de Doña Naturella



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