La “Noche de los OVNIs” es un acontecimiento sin precedentes donde aviones de combate brasileños se desplegaron para perseguir objetos desplazándose a más de 18,500 km/h. La épica persecución la protagonizaron objetos voladores no identificados de aproximadamente 90 metros de envergadura. Mismos que en su desplazamiento alcanzaron velocidades de hasta 15 veces la del sonido.
La noche en que aviones de combate brasileños persiguieron OVNIs viajando a 15 veces la velocidad del sonido.
En la información revelada sobre el caso, se tiene conocimiento de cinco pilotos que vieron aparecer y desaparecer más de una veintena de fenómenos aéreos no identificados. Mientras tanto, desde tierra cientos de soldados también los apreciaron. Eventualmente, los responsables de la fuerza aérea en Brasil admitirían que no tienen una explicación para el fenómeno.
La “Noche de los OVNIs” fue uno de los varios incidentes con OVNIs discutidos en días pasados durante una audiencia del senado brasileño. La reacción de los brasileños se produce a consecuencia de la audiencia celebrada en el Congreso estadounidense el pasado mes de mayo. Donde se dio a conocer información inédita sobre avistamientos OVNIs por parte de la Marina estadounidense.
Lo que se vio en el famoso video Tic-Tac es igual de alucinante que lo sucedido en Brasil varias décadas antes. Los testigos, entre los que se incluyen altos mandos del ejército brasileño, observaron una serie de objeto desplazándose a gran velocidad durante horas. Los pilotos ubicaron estos objetos con la vista, pues los radares de las aeronaves no los detectaban. Además, estos OVNIs jugaban al “gato y al ratón” con los aviones de combate.
La Noche de los OVNIs en Brasil.
Sergio Mota da Silva, un sargento que se desempeñaba como controlador de tráfico aéreo en la Fuerza Aérea de Brasil, fue uno de los primeros en percatarse de que algo no andaba bien. El 19 de mayo de 1986, Silva se encontraba en la torre de control de un aeropuerto en las inmediaciones de Sao Paulo cuando vio una luz en el cielo.
“No sube ni baja, tampoco se desplaza a la izquierda ni a la derecha, simplemente está inmóvil”, reportó el sargento. Los controladores en el Aeropuerto Internacional de Sao Paulo respondieron a Silva asegurándole que no había vuelos programados a su aeródromo. Según el sargento, en cierto punto las luces en la pista del aeropuerto se atenuaron.
Esto incitó a los objetos a acercarse a la torre de control. Sin embargo, cuando aumentaron el brillo los objetos volvieron a retirarse. “Desconozco si intentaban interactuar conmigo. Lo que sí sé es que tenían un comportamiento inteligente”, señaló Silva en una entrevista para la BBC.
Testigos en tierra.
Alrededor de las 8 de la noche, más de dos mil cadetes que se encontraban en una escuela de entrenamiento de la Fuerza Aérea en la misma zona también divisaron las luces. Además, el presidente de la compañía aérea Embraer vio varios objetos brillantes en el cielo cuando aterrizaba en el mismo aeropuerto una hora más tarde.
Dos aviones comerciales repletos de pasajeros también informaron divisar las extrañas luces en el cielo. Una de esas aeronaves volaba por el interior del país. Cuando finalmente la Fuerza Aérea Brasileña decidió investigar el fenómeno, desplegó varios aviones de combate para interceptar a estos OVNIs. Sin embargo, la misión fue un rotundo fracaso y los pilotos quedaron anonadados por los hechos.
La misión de intercepción en la Noche de los OVNIs.
“En ocasiones, los pilotos tenían contacto visual con los objetos, pero en los radares no aparecía nada”, señaló Mota Silva. “Otras veces, los radares detectaban una presencia muy cercana de un gran número de objetos, pero los pilotos simplemente no lograron divisarlos”.
El capitán Armindo Sousa Viriato pilotaba un Mirage F-103, uno de los tres primeros aviones que despegaron durante Noche de los OVNIs. Rápidamente aceleró hasta alcanzar los 1600 km/h en su avión de combate de alto rendimiento. Sin embargo, cuando se aproximó a uno de estos OVNIs, el extraño objeto aceleró a más de 18,500 km/h. Quince veces la velocidad del sonido.
“Si hoy existe una aeronave que alcance esa velocidad, lo desconozco”, señaló durante una entrevista varios años después. Su colega, el teniente Kleber Caldas Marinho, pilotaba un Northrop F-5E/F Tiger II cuándo despegó alrededor de las 10:30 p.m. Refirió que mientras acechaba al objeto, “dejó de acercarse hacia mí y empezó a subir. Lo seguí hasta los 9,100 metros cuando perdí su señal en el radar y me quedé solo con el contacto visual”.
Ademar José Gevaerd, un investigador brasileño del fenómeno OVNI, considera que la Noche de los OVNIs fue una exhibición de tecnología inmensamente superior a la humana por parte de extraterrestres. “Jamás buscaron atacarnos. En cambio, jugaban al gato y al ratón con nosotros”, señaló.
Evidencia fotográfica confiscada.
En tierra, los extraordinarios acontecimientos generaban la misma tensión que en el aire. Adenir Britto, fotógrafo de un periódico local, recibió un aviso de que observaron un “platillo volador” justo sobre su oficina. El escéptico reportero creyó que se trataba de una broma y salió a investigar. Sin embargo, en cuanto divisó los objetos en el cielo sacó tantas fotografías como pudo.
Varias semanas después de los eventos, el investigador del fenómeno OVNI James J. Hurtak se presentó con dos oficiales de la Fuerza Aérea Brasileña en las oficinas del periódico. Le solicitaron al editor los negativos de las fotografías, poniendo como pretexto que enviarían las imágenes a la NASA. Desde entonces, se desconoce el paradero del material que obtuvo Britto.
La postura oficial del gobierno de Brasil.
Con el paso de los días, el incidente recibió cada vez más atención hasta que los medios hicieron una cobertura bastante amplia. La conmoción pública motivó una rueda de prensa inédita por el entonces ministro de la Fuerza Aérea, brigadier Octávio Julio Moreira Lima. Allí también se convocó a los pilotos para que relataron lo sucedido.
“Control en tierra nos advirtió que existían varios contactos frente a mi, aproximadamente a 30 km de distancia”, recordó uno de los pilotos. “También me notificaron que los contactos se acercaban por la retaguardia hasta que quedaron a unos tres kilómetros de mi posición. Tuve que bajar de golpe y, mientras lo hacía, los contactos empezaron a subir”.
Los objetos que describieron los pilotos de combate y el personal militar en Brasil guardan muchas similitudes con los observados por los pilotos de combate en la Armada estadounidense. Los objetos localizados por los estadounidenses, tanto aquellos vistos en el radar como los fotografiados, no distan mucho de los que encontraron los pilotos brasileños hace décadas.
Uno de los aspectos más interesantes es la aparente carencia de un medio visible de propulsión. Además, el hecho de que puedan desplazarse a velocidades que ningún avión moderno construido por humanos es capaz de alcanzar. Tampoco hay que dejar de lado su capacidad para desplazarse en cualquier dirección, como si fueran inmunes a las leyes de la física.
Nota Cortesia de Monita Maussan
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