trastornos peores que pesadilla

 Usualmente, el sueño es un momento que invita a la calma y relajación. De hecho, la supervivencia del ser humano depende de ir constantemente de un estado de vigilia a uno de sueño. Y estar dormido implica pasar por un ciclo repetitivo de dos fases: sueño de no movimiento rápido de los ojos (NREM) y sueño de movimiento rápido de los ojos (REM).

Sin embargo, cuando los límites de estas fases llegan a distorsionarse, el sueño puede convertirse en algo aterrador. De verdad, dormir puede dar mucho miedo. Algunos trastornos del sueño, como los que verás a continuación, parecen sacados directamente de una película de terror.

Síndrome de muerte súbita inesperada.

Es un fenómeno inquietante donde las personas, mayormente adolescentes y adultos varones, mueren de forma repentina durante el sueño sin explicación médica alguna. Es más común en ciertas áreas del sudeste asiático, y los filipinos refieren al síndrome de muerte súbita inesperada con el término “bangungot”. Las causas de dicho síndrome son desconocidas, pero algunos sospechan que el corazón de las víctimas se “salta” un latido y jamás reanuda su función.

Síndrome de la cabeza explosiva.

Este trastorno del sueño no es tan grave como el anterior, pero resulta increíblemente molesto. Los individuos que lo padecen despiertan una o dos horas después de conciliar el sueño a causa de un fuerte estruendo en sus cabezas. Puede ser el sonido de un disparo o un grito, pero los expertos desconocen las causas.

Trastorno de conducta durante el sueño REM.

Esta parasomnia acontece durante el sueño de movimiento rápido de los ojos, la misma etapa en que experimentamos los sueños más vívidos. En esencia, este fenómeno provoca sueños anormales de carácter violento y/o problemático. Lo más grave es que las personas responden inconscientemente a estos sueños, y no es raro que sufran lesiones. Afortunadamente, el trastorno tiene tratamiento.

Síndrome de Kleine-Levin.

Empecemos por el hecho de que no existe cura conocida para este síndrome, aunque guarda algún vinculo con el apetito. El hecho es que los pacientes que sufren el rarísimo síndrome de Kleine-Levin pueden llegar a dormir hasta 20 horas al día, todos los días.

Trastorno de Alimentación Relacionado con el Sueño.

Imagina que durante toda la vigilia procuras llevar una vida saludable, evitas los excesos y te mides con la clase de comida que ingieres. Sin embargo, mientras estás dormido te levantas de la cama para comer todo lo que hay en el refrigerador. Los sonámbulos que se levantan para comer, ignoran que cenan dos o tres veces a lo largo de la noche, y a menudo les resulta inexplicable su aumento de peso.

Parálisis del sueño.

Una persona que padece parálisis del sueño, se despierta y es incapaz de mover un solo músculo durante varios segundos o minutos. Este padecimiento está relacionado con la ansiedad, narcolepsia, migraña y apnea obstructiva del sueño. A menudo, durante un episodio de parálisis del sueño las personas sienten una presencia amenazante que puede escalar a una sensación de opresión sobre el torso.

Narcolepsia.

Es uno de los trastornos más conocidos de la lista. Básicamente, quienes padecen narcolepsia son propensos a quedarse dormidos sin previo aviso en cualquier lugar y momento del día. Es una condición autoinmune donde las neuronas productoras de hipocretinas se ven afectadas. Estas hormonas son responsables por regular el ciclo de sueño y vigilia en el cerebro de las personas.

Insomnio familiar fatal.

Estamos frente a una variación extremadamente rara del clásico insomnio. Como su nombre lo sugiere, resulta fatal para quienes lo padecen y la muerte sucede entre 6 y 32 meses tras el inicio de los primeros síntomas. Es un trastorno hereditario, y aquellos hijos de quienes lo sufren tienen hasta 50% más probabilidad de desarrollarlo. La condición afecta directamente al tálamo y puede causar desde alucinaciones hasta la perdida de la función motora.

Síndrome de no dormir/despertar de 24 horas.

Los pobres desgraciados que sufren este trastorno del sueño a menudo sienten como si vivieran en un constante estado de jet lag, sintiéndose constantemente desfasados con el horario de los demás. Se enfrentan con un ritmo circadiano extendido que provoca ciclos de sueño-vigilia de 25 o 26 horas.

Sexsomnia.

Este trastorno es una rara especie de sonambulismo en el que los afectados son capaces de practicar actividad sexual sin darse cuenta mientras están dormidos. Es una afección más común en aquellos que ya padecen sonambulismo clásico.