En la mitología de Irlanda, son pocas las figuras con el atractivo de las Banshee, también conocidas como mensajeras celtas de la muerte. Superficialmente, la cultura irlandesa es conocida por los tréboles y la elaboración de cerveza Guinness. Algo totalmente injusto, pues los irlandeses poseen un basto folclore lleno de relatos y seres sobrenaturales. La propia historia de Irlanda está plagada de duendes y temibles reyes guerreros.
Mensajeras de la muerte.
El término Banshee es una anglización del gaélico irlandés “bean sídhe”, que significa “mujer de paz”. A menudo, la Banshee de Irlanda es descrita como un ser parecido a un hada de pelo rojo y piel pálida. Aunque en otras versiones es una anciana de cabello gris, dentadura putrefacta y fuego en los ojos.
El grito de una Banshee.
El común denominador en todas las versiones de las Banshee es un peine incrustado en el pelo. Por eso, algunos irlandeses creen que encontrar un peine tirado en el suelo es un mal augurio. Otra creencia ampliamente divulgada es que el grito de las Banshee, conocido como caoine, es un presagio de muerte inminente para quien lo escucha. Especialmente para las cinco familias más prominentes de Irlanda: los O’Neill, O’Brien, O’Conor, Kavanagh y O’Grady.
A través de múltiples generaciones estas familias se mezclaron, y eventualmente llegaron a creer que las Banshee “evolucionaron” para ocultarse entre las familias irlandesas. Fenómenos como la migración no las frenaron, pues se dice que los espíritus viajaban por el mundo para estar con esas familias.
Orígenes de las Banshee.
Aunque el origen preciso de las Banshee no se conoce, se sabe de ellas desde comienzos del siglo VIII. En esa época, una tradición irlandesa dictaba que las mujeres debían lamentarse por el fallecimiento de un soldado o guerrero con una canción triste. A cambio, estas plañideras recibían algo de alcohol. Sin embargo, la iglesia consideraba que este negocio contradecía los designios de Dios, por lo que estas mujeres recibieron un castigo convirtiéndose para siempre en las Banshee.
Otra creencia popular en Irlanda es que el origen de ese grito supersticioso es la inofensiva lechuza. En la antigüedad, cuando una fuerza invasora atacaba, los enemigos eran alertados por el penetrante chillido de la lechuza, que levantaba vuelo sobre el campo de batalla.
Seres escurridizos.
A diferencia de otros seres, los avistamientos de las Banshee son inusuales. La leyenda dice que, si llegas a ver una o crees que has visto una, inmediatamente se desvanecerá en medio de una espesa niebla y la única señal de que estuvo allí es el estruendo que provoca su aleteo. Aunque la figura de las Banshee está íntimamente vinculada a su aterrador grito, los irlandeses no consideran que son directamente responsables por la muerte de quien las escucha.
De hecho, en la Edad Media se creía que las Banshee servían como protectoras de aquellos individuos nobles o puros de corazón si la muerte llegaba a reclamarlos. Curiosamente, uno de los episodios más famosos protagonizado por una Banshee sucedió a una persona no irlandesa.
El 21 de febrero de 1437, el rey Jacobo I de Escocia recibió la visita de un vidente irlandés que predijo su asesinato. Algunas horas después, el monarca estaba atrapado en un túnel de drenaje donde se produjo heridas fatales. Los rumores en esa época afirmaban que el supuesto vidente en realidad era una Banshee.
Relatos modernos de las Banshee.
Los espeluznantes lamentos de las Banshee parecen concentrarse en los árboles, ríos y rocas de gran tamaño. En ciudades irlandesas como Waterford, Carlow y Monaghan existen unas peculiares formaciones rocosas llamadas “Sillas de Banshee”. En estos sitios, aún circulan relatos modernos sobre apariciones de las Banshee.
En junio de 2014, una persona creyó escuchar a un gato maullando en el medio de la noche. Sin embargo, la situación se transformó en un aterrador avistamiento de una Banshee. El maullido se convirtió en un sonido estridente que parecía acercarse a toda velocidad. Desde la seguridad de su casa, el testigo observó a una mujer parada al aire libre, con la cabeza volteada y gritando tan fuerte que le provocó dolor en los oídos.
Cuando la policía llegó a investigar el reporte, lo que sea que estuvo allá afuera se había ido. Incluso los oficiales que asistieron al testigo sugirieron que podía tratarse de una Banshee. Lo peor es que, más tarde esa misma noche, el testigo recibió la noticia de que un familiar había muerto.
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