Rainer Schimpf es el buzo engullido por una ballena frente a las costas de Puerto Elizabeth, en Sudáfrica. El sujeto y su equipo realizaban filmaciones de animales alimentándose de un cardumen de sardinas en la costa meridional del continente africano. De repente, un rorcual de Bryde se aproxima sin previo aviso y engulle la mitad de su cuerpo.
¿Jonás y la ballena?
Schimpf relata que jamás detectó a la ballena aproximándose, y sólo experimentó una fuerte presión en la espalda. Sin embargo, cuando el animal se percató de que había engullido un animal enorme con ropa de neopreno, inmediatamente lo escupió. A diferencia del mito de Jonás, quien pasó tres días dentro del animal, el buzo sudafricano sólo pasó unos cuantos segundos en las fauces del majestuoso animal.
“Filmaba algunos tiburones, delfines y aves que se alimentaban de las sardinas. Repentinamente, de las profundidades apareció una ballena Bryde engullendo todo a su paso. En cuestión de segundos, el mamífero se percató de su error y terminó escupiéndome”, recuerda Schimpf.
Sorpresivamente, en lugar de desarrollar algún tipo de estrés postraumático tras su experiencia de casi muerte, Rainer Schimpf se recuperó y siguió filmando a los tiburones en las aguas de Puerto Elizabeth.
"Verificamos que el equipo estuviera funcionando, que yo no tuviera huesos rotos, que todo estuviera en su lugar. Con toda esa adrenalina al máximo, no podía perderme aquella sesión de buceo. Regresé al agua para buscar tiburones. Los depredadores como los tiburones o ballenas van con todo sobre las presas y muchas veces tenemos visibilidad limitada”, comentó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario