México.- El oficio sacerdotal vive una crisis en el país, con una acentuada disminución de jóvenes que ingresan al seminario y un total de 16 mil 591 curas para una población de 93 millones de católicos, una proporción de 5 mil 605 a uno, de acuerdo con datos del Anuario Pontificio consultados por el diario Excélsior.
Cada año, apenas un puñado de seminaristas diocesanos concluyen sus estudios e inician sus labores sacerdotales, una cifra que resulta insuficiente y no logra sustituir a los ministros que se retiran o fallecen. En el ciclo escolar 2014-2015, había 4 mil 029 estudiantes en los diferentes seminarios del país, de los cuales 222 se ordenaron presbíteros.
De acuerdo con analistas, esta caída en la vocación ministerial se explica por el crecimiento de las iglesias protestantes en el país, un nuevo modelo familiar y el desprestigio que sufre el catolicismo por los escándalos de pederastia en que se ha visto envuelto en los últimos años.
“En no pocas ocasiones han sido los contratestimonios de nuestra vida personal, la dicotomía y debilidad en la fe de nuestras comunidades parroquiales y religiosas, las omisiones y falta de interés en nuestra acción pastoral, las que han apagado la chispa vocacional de no pocos”, había apuntado en 2014 el nuncio apostólico en México Christophe Pierre.
Por su parte, el obispo Juan Carlos Patrón agregó que “en medio de esta sociedad secularizada y relativista, en la que se privilegian la afirmación desmedida de sí mismo al margen de Dios y la búsqueda de satisfacciones inmediatas, podemos constatar un ambiente de desaliento, violencia, competencia e incredulidad”.
Desafortunadamente las mentiras hacia los santos padres por parte de la sociedad y la falta de valores de la sociedad actual, es lo que ha llevado a esta situacion