The Martian y su protagonista, el astronauta Mark Watney, ya nos habían advertido: plantar papas en el planeta rojo es algo teóricamente posible que debe intentarse. Y parece que la NASA está de acuerdo. El nuevo proyecto de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio consiste precisamente en plantar un centenar de distintos tipos de papa en el desierto de Atacama, para que algún día podamos tener una hortaliza marciana.
Este emprendimiento es una colaboración entre la NASA y el Centro Internacional de la Papa (CIP) – una organización con sede en Lima, Perú, cuyo objetivo es clasificar y catalogar el importante alimento, todo esto con miras a disminuir el hambre en el mundo. Entre los más de 4,500 tipos de papa registrados por el CIP, se eligieron 100, de las cuales un 40% son nativas del Altiplano (Andes Centrales), donde se cree que se plantaron las primeras plántulas del alimento, en el 500 a.C.
El experimento tendrá lugar en una zona conocida como las Pampas de la Joya (Arequipa), y hay muchas razones para que se desarrolle aquí, especialmente por qué “Marte y Pampas de la Joya tienen niveles muy bajos de microorganismos (en Marte no se ha constatado la existencia de tales) y materiales inorgánicos, mientras que poseen una gran cantidad de elementos químicos oxidantes. Son entornos muy parecidos”, aseguró Julio Valdivia-Silva, biólogo espacial del Instituto Nacional de Investigación y Capacitación de Telecomunicaciones en Perú, a la revista estadounidense Scientific American.
El experimento constará de tres fases. En la primera de ellas, que ya está en curso desde el mes de enero, los científicos intentarán plantar en el desierto una muestra de papas genéticamente modificadas para que fueran resistentes a los virus, sobrevivieran a ambientes extremadamente áridos e incluso a las inundaciones. La muestra consta de 90 kilogramos ya plantados. En la segunda etapa, los alimentos serán congelados – la idea es ver si las papas lograrán resistir al viaje interplanetario (que puede llevar unos nueve meses). Y en la última etapa toda la plantación será probada en CubeSets, pequeños satélites que pueden almacenar objetos en su interior.
El plan es que la NASA instale un centro de investigación en territorio peruano. “La imagen de los estudiantes construyendo hortalizas y estableciendo contacto virtual entre laboratorios de California, Lima y Dubái es algo esperanzador para el futuro de la exploración planetaria y la astrobiología. El proyecto que establecerá comunidades en Marte también hará que se establezcan en la Tierra”, dice Melissa Guzmán, astrobiólogo de la NASA. “Los esfuerzos extraordinarios de los participantes subirán el nivel del debate sobre las plantaciones extraterrestres. La idea de producir comida para colonias humanas en el espacio puede hacerse realidad dentro de poco tiempo”, declara Chris McKay, biólogo de la agencia espacial.
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