La esvástica es un símbolo místico que diversas culturas adoptaron a través de la historia. La cruz gamada, como también se conoce a este símbolo asociado a los nazis, surgió hace más de 4 mil años. La evidencia más antigua sobre su uso proviene del período Neolítico, en Eurasia. Desde hace siglos, la esvástica se ha encontrado plasmada en piezas de cerámica y monedas de culturas antiquísimas.
Incluso las tribus que habitaron India antes de la colonización conocían el famoso símbolo. La utilizaron para diversos fines, desde fabricar amuletos de la suerte hasta como un simple ideograma decorativo. Es esa prevalencia entre diversas culturas, que no tuvieron contacto unas con otras, la que le otorga múltiples significados.
Casi siempre, la esvástica aparece vinculada a fuerzas de la naturaleza y deidades de la mitología. Además, su nombre original posee una connotación positiva. Es un término proveniente del sánscrito: su significa «bien» y asti, «estar». Y dentro del hinduismo, cada una de sus puntas representa los cuatro purushartha u objetivos para alcanzar la liberación: placer, prosperidad, religión e iluminación.
En la actualidad, múltiples escuelas del hinduismo y budismo usan la esvástica, en sentido horario o antihorario, como símbolo propio. En occidente, la esvástica era referida con el término griego «gammadion» y solía utilizarse con fines decorativos. En la Antigua Roma se utilizó ampliamente con una vaga asociación a los espirales.
Apropiación de la esvástica por los nazis.
A comienzos de la década de 1920, cuando el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán se apropió del símbolo para su bandera, gozaba de mucha popularidad en Occidente. Solías encontrar esvásticas en insignias, medallas, artículos decorativos y logotipos de empresas. Para 1933, la esvástica ya estaba ampliamente asociada con Hitler y los nazis.
“Como nacionalsocialistas, plasmamos en la bandera nuestro programa. En el rojo, la idea del movimiento social. En el blanco, la idea nacionalista. Y en la esvástica la misión de luchar por la victoria del hombre ario, así como por la idea del trabajo productivo, misma que siempre será antisemita”, escribió Adolf Hitler en Mi lucha.
El término ario tiene que ver con la India, aunque la relación es completamente falsa. El pueblo ario surgió en el Cáucaso y colonizó Europa y Asia hace más de 6000 años. Es precisamente en la India donde fundan la civilización Harappa y adoptan el hinduismo védico, momento en que empiezan a usar esvásticas. Para Hitler, los arios eran los blancos originales y los humanos más perfectos. El dictador consideraba que su genética estaba íntegramente preservada entre los nórdicos, idea que carece de sustento científico e histórico alguno.
Nota cortesia del comunista mojado
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