Una mujer en India se despertó a medianoche con un dolor muy extraño en la cabeza. Además del dolor y dificultad para respirar, tenía la sensación de que había algo arañando el centro de su cabeza. Al llegar a emergencias los médicos le practicaron una nasoendoscopia para determinar el motivo del dolor y la dificultad para respirar.
Al principio no encontraron nada fuera de lugar, pero tras un análisis más profundo visualizaron las patas de un insecto.
“No sabíamos lo que era. No sabíamos si se trataba de una avispa o de otro insecto. Con mucho cuidado, la sacamos de la cabeza”, relata el médico M. N. Shankar, profesor del Stanley Medical College.
La cucaracha fue retirada con un dispositivo de succión y un fórceps, en un procedimiento médico que se extendió durante 45 minutos. La cucaracha tenía apenas dos centímetros de largo y aún estaba con vida. Se mantuvo al interior del cuerpo de la mujer alrededor de 12 horas. Apenas fue extraída, los problemas respiratorios de la mujer desaparecieron.
“La cucaracha estaba incrustada en el fondo de la nariz, casi en el cráneo, en la región que divide al cerebro y la cavidad nasal”, explica Shankar. “Fue algo muy fuera de lo común”.
Más allá del dolor y la incomodidad de la paciente, si la cucaracha no hubiera sido retirada de inmediato probablemente hubiera muerto provocándole una infección a la mujer que, en caso de extenderse por el cuerpo, podría haber sido fatal.
Te podría pasar a ti.
Los médicos del hospital ya tenían experiencia eliminando gusanos y moscas del interior de las personas, pero esta fue la primera ocasión en que retiraron una cucaracha.
Lo peor sobre esta noticia es que el médico afirma que esto puede pasarle a cualquier persona que viva en regiones habitadas por cucarachas. Debido a que son animales escurridizos con hábitos nocturnos, probablemente muchos de nosotros hemos recibido la visita de una cucaracha en nuestra habitación e incluso en nuestra cama, pero tuvimos suerte de que no terminará atrapada en nuestra nariz u oído.
Dormir con unas medias en la cabeza ya no parece tan mala idea.