La música esencialmente está hecha de tempo. Los ritmos, intervalos y pulsaciones forman la base de eso que conocemos como música. Y por eso es que la música es la clase de arte que nos provoca emociones más directas: por los latidos cardiacos, el sonido de los pasos o el pulso en la sangre. Tenemos música dentro de nosotros.
Sin embargo, para un niño autista el alto volumen de la música en un concierto, así como los miles de otros sonidos que invaden nuestra audición cuando estamos en medio de una multitud, pueden significar una perturbación total, capaz de sacar a cualquiera de su eje.
Pero en el video que el mexicano Luis Vázquez publicó, de su hijo apreciando un concierto de la banda Coldplay, en la Ciudad de México, se demuestra que la emoción de escuchar en vivo su música favorita es capaz de superar cualquier eventual perturbación, dolor o angustia.
Vale mucho la pena ver estas imágenes:
La música preferida del niño es Fix You, del álbum X&Y de 2005, y uno de los mayores éxitos de la banda. La canción hace que este pequeño baile, cante, llore, salte y viva la música como si fuera la misma energía que lo constituye – y de cierta forma lo es.
El video se está viralizando rápidamente, y el sueño de este padre es que el amor de su hijo por la banda llegue hasta Chris Martin y sus compañeros de Coldplay para que, quizás, su hijo pueda conocer a sus ídolos.