Según un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Osaka, Japón, a cargo del Dr. Yoji Yamkazi, “olerse los dedos después de tocar los genitales puede causar pérdida parcial del olfato.” Según las versiones de los expertos, el fuerte aroma generado por las partes del cuerpo cercanas a los genitales puede interferir momentáneamente con la respiración adecuada y los receptores olfativos.
Sin embargo, afirman que los resultados determinaron que esto no sucede con las personas recién bañadas. De hecho, sólo se puede verificar la perdida de olfato si la persona permanece varias horas sin ducharse, que es cuando más se concentran los olores combinados de sudor y los fluidos corporales como orina, materia fecal y secreciones sexual.
El médico Yamkazi señaló que la curiosidad que lo llevó a este experimento fue a ver a su hijo, quien mientras veía televisión, realizó un acto acondicionado, que consistía en tocarse sus partes más bajas, y luego llevarse la mano a la nariz.
“Una gran cantidad de personas son propensas a realizar esta acción desagradable, todo el tiempo, sin darse cuenta.”
Sin conocer las consecuencias provocadas por este acto, Yamkazi y su equipo convocó a un grupo de 20 personas, 10 de ellos recién bañados y 10 sin bañarse, 2 habían de tomar un baño después de 6 horas, 2 a las 12 horas, 2 al día 2 a las 48 horas y los últimos 2 permanecieron 4 días sin saber que era el agua.
Después de jugar con sus “partes”, se les pidió que se olieran los dedos, todos situados en cubículos independientes para que el hedor no impregnara el ambiente, después los científicos rociaron un spray de perfume en el pasillo y esperaron a que los voluntarios del estudio apretaran un botón, que previamente, se les habían indicado presionaran apenas distinguieran un aroma agradable en el ambiente.
Los resultados fueron contundentes: los 10 que habían tomado el baño pulsaron el botón casi inmediatamente, mientras que los sucios tomaron más tiempo en hacerlo, incluso los dos voluntarios que permanecieron 4 días sin bañarse no sintieron la suave esencia rociada por los expertos.
En todos los casos, unos minutos después de oler sus dedos llenos de esencias genitales poco su olfato comenzó a volver a la normalidad.