En
Italia, una monja del convento de San Severino Marche visitó el hospital por lo que
todos creían era un "dolor de tripa" y
salió con un bebé en sus brazos.
La sala
ginecológica del hospital Bartolomeo Eustacchio fue testigo de
la ecografía que le realizaron a la paciente que, evidentemente falló a
sus promesas de castidad. La también integrante de las discípulas del Niño
Jesús dio a luz en un parto natural luego de que se le rompiera la fuente.
Cuando
los médicos se dieron cuenta que la mujer realmente estaba embarazada, la condujeron rápidamente
a la sala de obstetricia, ante la confusión de las dos
compañeras que iban con ella.
Además,
el párraco de Borgo San Dalmazzo, Don Claudio Cavallo, anunció hace unos días que renunció
a su puesto para dedicarse a su vida como padre:
"Después de una larga y
seria meditación, rezos, confidencias y debate con mis superiores he tomado la
decisión porque todavía en la Iglesia no está aceptada la posibilidad de
desarrollar el ministerio sacerdotal y al mismo tiempo llevar adelante una
familia"