Un joven de 28 años de edad, originario de Texas,
resultó muerto por las heridas que le causó un caimán de más de 3 metros de largo.
Pese a las advertencias de empleados del muelle
ubicado en Orange, Texas, el hombre gritó “¡Al carajo con el caimán!” y saltó
al agua en donde se había avistado el enorme animal.
Quien llevara en vida el nombre de Tommie Woodward,
saltó al agua ignorando los letreros de peligro y fue capturado casi
inmediatamente por el enorme reptil que se encontraba bajo el muelle.
Más de dos horas después, el cuerpo de la víctima fue
localizado con múltiples heridas en brazos y el pecho, que le causaron la
muerte.
Se trató de la primera muerte en Texas por un ataque
de estos animales en más de 200
años.