La realidad a veces supera la ficción, y esto resulta particularmente cierto cuando se trata de personas que terminaron en prisión por las razones más tontas posibles. Aunque es común escuchar noticias sobre arrestos por delitos graves, como robos o agresiones, uno se queda perplejo cuando reseñan detenciones por motivos ridículamente estúpidos.
Desde incidentes hilarantes hasta comportamientos inexplicables, hay individuos que terminan en prisión por cosas tan absurdas que te hacen preguntarte: ¿en serio? En seguida nos sumergiremos en el oscuro mundo de las detenciones más absurdas. Acompáñanos a conocer cómo algunas personas alcanzaron niveles insospechados de estupidez. Y también a descubrir hasta dónde puede llegar la falta de juicio y sentido común en algunos individuos.Una guerra de comida en Taco Bell.
Hasta que una pareja de Florida, en Estados Unidos, desató una guerra de comida, el restaurante Taco Bell era fuente de comodidad y felicidad. Suzanne Hurlvert, de 51 años, y Carl Owen Smith, de 65 años, empezaron una discusión que giraba en torno al presunto alcoholismo de Smith. En el zafarrancho, Hurlvert presuntamente golpeó a Smith en la nuca con un Taco Bell Burrito Supreme.
¿La reacción del buen Owen Smith? Apuñalar a su compañera con un tenedor y emprender la huida, solo para ser detenido por la policía en un bar cercano. Ambos terminaron arrestados por alterar el orden público.
El “Me Gusta” que terminó en cárcel.
Si navegas en redes sociales y por casualidad te encuentras con tu foto de “más buscado” en Facebook, por ningún motivo le des “Me Gusta” a la publicación, particularmente si la página donde se publica es de la policía local. Levi Charles Reardon, de Montana, cometió este estúpido error.
Inexplicablemente le dio “Me Gusta” a su propia fotografía después de verla en la página de Great Falls/Cascade County Crime Stoppers. Evidentemente, la reacción ayudó a la policía a localizar a Reardon, quien era requerido ante un juez para aclarar diversos cargos de falsificación. Ahora que lo pienso, simplemente es mejor que no te metas en problemas.
¡Qué buen corte!
En 2011, un sujeto llamado David Davis fue acusado de herir a un hombre en la parte trasera del cráneo durante un corte de cabello en un apartamento de Stamford, Connecticut. En medio de la peluqueada, la supuesta víctima se aproximó a Davis con intenciones hostiles, lo que lo obligó a defenderse con las tijeras.
Según el informe, la policía localizó a Davis poco después en un apartamento cercano. Lo arrestaron y eventualmente le tomaron la foto de ficha policial más divertida de todos los tiempos.
Cuidado con las buenas intenciones.
Si entras a un banco y ves a alguien con un arma, ¿qué haces? Cualquiera diría que advertir al guardia de seguridad, ¿verdad? En 2013, un hombre llamado Robert Gursky intentó hacer precisamente eso durante una visita rutinaria al banco. Desafortunadamente, el tiro le salió por la culata.
Gursky simplemente gritó “arma” en un intento por notificar al cajero sobre un cliente en el banco que portaba un arma. Obviamente, el grito de Gursky asustó a todos los presentes y terminaron alertando a la policía. El episodio no pasó de un extraño malentendido. Según el informe de la policía, el hombre que portaba el arma tenía licencia. Sin embargo, lo más humillante es que Gursky terminó acusado de perturbar el orden público.
Mala memoria.
¿Recuerdas aquella época en que olvidabas devolver una película a la tienda de alquiler y terminabas pagando cargos extras por retraso? En Carolina del Norte, un hombre llamado James Meyers recibió una orden de arresto tras olvidar devolver una cinta VHS durante 14 años. Definitivamente, este hombre llevó esta experiencia a un nuevo nivel.
En 2002, Meyers alquiló una cinta VHS de Freddy Got Fingered, una película de comedia protagonizada por Tom Green. En 2016, mientras llevaba a su hija a la escuela, un oficial de policía lo detuvo por una luz rota en su vehículo. Tras revisar en el sistema, encontraron que Meyers tenia pendiente una orden de arresto y una simple multa de tráfico se convirtió en un caso de custodia policial. Eso le pasa por rentar una película tan mala.
Debió comprarlos por Internet.
¿Qué podría ser más vergonzoso que olvidar devolver una cinta VHS? No devolver un libro en la biblioteca local. Ese fue el caso de Jory Enck, un ciudadano de Texas que terminó tras las rejas por no devolver un libro a la biblioteca. Siendo más específicos, se trataba de una guía de estudio que Enck tuvo en su poder durante tres años.
El arresto de este hombre solo se hizo posible gracias a una ley aprobada unos meses antes en el estado de Texas. La misma dictamina que no devolver los libros de la biblioteca puede considerarse un robo. Naturalmente, el arresto le enseñó una lección valiosa a Enck. “La próxima vez”, comentó, “creo que simplemente compraré los libros en Amazon”.
Nota cortesia de Don Chava chismes
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