En el colegio de St. Paul's, Estados Unidos, son
reconocidos por tener exalumnos que luego se convierten en legisladores, un
Premio Nobel, etc. Pero ahora está en boca de medio mundo no por su alta
calidad educativa, sino por una tradición
sexual que tiene como objetivo que los graduados intimen con alumnas menores.
Los medios se han enterado de
esta práctica gracias a un exestudiante de la escuela de New Hampshire, acusado de violar a una
niña de 15 años en la terraza de un edificio escolar en mayo del 2014.
Tras sus declaraciones, los
fiscales llamaron a estudiantes y exalumnos para atestiguar sobre el llamado "Saludo del graduado", como
nombraron a la tradición. Uno de ellos, Labrie, dijo que algunos
estudiantes "se enorgullecen
sobremanera" de
mantener relaciones sexuales con alumnas más jóvenes antes de
graduarse.
Además, explicó un concurso que
consiste en fornicar con la
mayor cantidad de chicas y anotar los resultados en un marcador indeleble en
una pared detrás de las lavadoras. Pero eso no es todo, tras las averiguaciones
se supo que la escuela estaba consciente de al menos esto último y que por
varios años había tratado de educar a los pupilos en contra del "marcador
sexual".
El testigo también externó que
hizo algunos intentos por convencer a sus compañeros de que se olvidaran de la
tradición, pero el colegio tampoco ponía mucho de su parte para poner fin a la
situación.