Los mamíferos, adaptables y diversos, han colonizado una amplia gama de hábitats terrestres. Situación que contribuye significativamente a la biodiversidad del planeta. Sin embargo, un reciente estudio científico plantea un sombrío escenario futuro para este grupo. En el que la formación de un nuevo “supercontinente” amenazaría la existencia de todos los mamíferos, incluyendo a la especie humana, en un plazo de 250 millones de años.
Investigadores de la Universidad de Bristol condujeron un estudio en el que se exploraron las posibles implicaciones de la formación de un “supercontinente” en la Tierra. Al igual que ocurrió con Pangea hace 310 millones de años. Los resultados de esta investigación sugieren que la creación de dicho supercontinente tendría un impacto drástico en el clima global. Generando condiciones extremadamente cálidas e inhóspitas.
Según los científicos, la formación de este supercontinente, al que denominaron “Pangea Ultima”, desencadenaría un aumento significativo en la radiación solar. Estimaron que sería 2.5% más alto que en la actualidad. Este fenómeno, junto con la reconfiguración del sistema climático global, podría generar sequías en vastas áreas terrestres y una mayor retención de dióxido de carbono en la atmósfera.
Un dato inquietante es que, durante la formación de la primera Pangea, los niveles de dióxido de carbono atmosférico aumentaron de manera drástica. Pasando de alrededor de 200 partes por millón a 2,100 ppm. Esto resultó en un aumento de las temperaturas globales en aproximadamente 10°C con respecto a los valores actuales. Y como los niveles actuales de dióxido de carbono atmosférico ya están próximos a las 416 ppm en comparación con los niveles preindustriales, cualquier aumento futuro por encima de 560 ppm tendría potencial para desencadenar una extinción masiva.
Pangea Ultima y el aumento en la temperatura de la Tierra.
Los modelos empleados en la investigación sugieren que la formación de Pangea Ultima alteraría los sistemas meteorológicos y climáticos debido a las interacciones de las placas tectónicas. Por ejemplo, la reducción del flujo de agua dulce hacia las regiones interiores desecaría los bosques y dispararía la liberación de carbono del suelo. En el escenario más sombrío planteado por los investigadores, se espera que Pangea Ultima genere temperaturas promedio mensuales de 46.5°C.
Dado el limitado rango de tolerancia térmica de los mamíferos, estas condiciones serían extremadamente perjudiciales para la mayoría de las especies conocidas. Aunque la adaptación evolutiva a condiciones climáticas extremas es posible, investigaciones recientes sugieren que los límites superiores de la termo tolerancia de los mamíferos se han mantenido constantes a lo largo de la historia geológica. De hecho, ni siquiera aumentaron en episodios de calentamiento previos.
En resumen, considerando este panorama futuro, las posibilidades de que los mamíferos evolucionen lo suficientemente rápido como para sobrevivir a la formación de Pangea Ultima parecen pocas. El estudio en cuestión se publicó en la prestigiosa revista Nature Geoscience, arrojando luz sobre un posible futuro lejano que plantea importantes interrogantes sobre la supervivencia de los mamíferos en la Tierra.
Nota cortesia de Doña Naturella Sinclair
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