Hasta octubre de 1985, Evelyn Adams trabajaba como empleada en una tienda de conveniencia en Nueva Jersey, Estados Unidos. Empleo que abandonó poco después, tras ganar la lotería. Para febrero de 1986, la mujer ya destinaba buena parte del premio adquiriendo más cachitos de lotería. La suerte volvió a sonreírle y ganó la lotería una segunda vez.
En total, ambos premios le dejaron más de US$ 11 millones. Por ese entonces, ningún otro ciudadano estadounidense en los 22 estados con loterías había ganado el premio en dos ocasiones. Las probabilidades de ganar la primera “Mega” eran de 1 entre 3,200,000. Y la segunda, de 1 entre 5,200,000.
Los millones de dólares y la cobertura mediática catapultaron a Evelyn a la fama. A donde quiera que iba, la reconocían como la mujer que ganó la lotería en dos ocasiones. Y, como era de esperarse, las solicitudes de ayuda se hicieron una constante. “Nunca pude responderles con una simple palabra: ‘no’”, comentó la ex millonaria en una entrevista para el sitio Unilad.
Entre la avalancha de errores financieros que cometió Evelyn Adams destaca la adquisición de la tienda de conveniencia en la que trabajaba. Tras una pésima administración, terminó vendiendo el establecimiento y perdiendo una cantidad considerable de dinero.
Cómo gastar un premio de lotería.
Los dos premios de lotería terminaron acabándose en “préstamos” a familiares y amigos, obsequios costosos, negocios fracasados (y mal planeados) y una autentica fortuna malgastada en los casinos, a los que Adams se hizo adicta. El sueño americano se pudrió, y hoy Evelyn Adams vive en un campamento de casas rodantes.
“Sacarse la lotería no es como uno se lo imagina. Gané el sueño americano, pero también lo perdí. La caída fue dura y realmente toqué fondo”, se lamentó la mujer. “Me gustaría tener la oportunidad de corregir las cosas. Sería mucho más inteligente y cometería menos errores. Francamente, de algunos me arrepiento. Y me reconozco como humana”, finalizó.
Nota cortesia de Gabriel mala suerte
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