Dejar de tener sexo puede aumentar las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o una muerte súbita.
Tristemente, la falta de sexo afecta física y emocionalmente a las personas.
No estamos exagerando, esta necesidad básica del ser humano cumple una función importante en la salud.
Mientras que para los jóvenes, llevar una vida sexual poco activa no representa un factor de riesgo, en la etapa adulta, la falta de sexo está relacionada con las disfunciones, el descenso en el libido y problemas de erección.
1. Pierdes el deseo:
Cuanto menos lo practiques, menos hormonas producen tu cuerpo de las que generan el deseo sexual.
2. Descuidas tu corazón:
¿Sabías que el sexo es uno de los mejores ejercicios cardiovasculares? Dejar de tenerlo puede aumentar las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o una muerte súbita. Además, un estudio de la Universidad de Tufts en Estados Unidos, afirmó que las mujeres podrían estar más afectadas que los hombres.
3. Se inhiben algunas funciones cerebrales:
En el acto sexual intervienen ciertas hormonas que generan una sensación de bienestar. Cuando hay abstinencia sexual, estas sustancias no se segregan y por lo tanto hay un cambio en el estado ánimo, la memoria y la toma de decisiones.
Además, el acto sexual libera un neurotransmisor (dopanina), que tiene beneficios notorios para el organismo: controla los impulsos y mejora la atención.
4. Mal humor y estrés:
Cuando pasan semanas y meses sin sentir satisfacción sexual, hay un mayor riesgo deestallar en emociones negativas como la irritabilidad, el pesimismo y otros cambios de humor bruscos.
Es importante saber que el sexo contribuye a tener un mejor estado de ánimo y, aunque muchas veces se intente ignorar, es una necesidad que no se puede reprimir.
5. Malestares físicos:
El sexo es un excelente generador inmunoglobulina A (IgA); la frecuencia sexual, por lo menos dos veces por semana, eleva hasta 30 por ciento los niveles de este anticuerpo hallados en saliva y mucosas corporales.
¿La razón? La falta de sexo disminuye la producción de serotonina y endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad y famosas por actuar como un analgésico natural.